PROTESTAR
ES UN DERECHO REPRIMIR ES UN DELITO
Para mañana está convocada
una marcha nacional por la defensa de la tierra, el lago y la soberanía,
derechos negociados por el Estado y gobierno mediante la inconsulta Ley 840.
Más de 50 marchas le anteceden, todas con mucha gente ejerciendo ciudadanía y
sobre todo con patriotismo y dignidad; como respuesta el gobierno exhibe abuso
de poder, manifestando a la vez su culillo (miedo) y desde hoy moviliza sus
fuerzas y empleados del Estado que en Managua rotondean.
Oportuno es reafirmar
el mensaje de que protestar es un
derecho y reprimir es un delito, represión y criminalización de la protesta
que ha sido la naturaleza del actual régimen, quien superado por las manifestaciones
de Mina El Limón, Chichigalpa y Rancho Grande, desde hoy tiene a la Policía
haciendo de policía política que requisa los vehículos e impide cualquier
movilización de ciudadanos “sospechosos” de ser manifestantes. Pero, centenares de pobladores ya se ven en las imágenes de las redes sociales reclamando su derecho de movilización a "los agentes del orden".
Nuestros Derechos Políticos
están establecidos en la Constitución Política de Nicaragua que a su vez recoge
diversos instrumentos internacionales de derechos humanos como la Declaración
Universal de Derechos Humanos de las Naciones Unidas (1948), El Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos (ONU 1966) y la Convención
Americana Sobre Derechos Humanos o Pacto de San José (1969) entre otros.
En ese sentido, la participación
política relacionada a los asuntos de gobierno, hacer críticas, peticiones
individual o colectivamente, sea organizados o no, es un derecho humano en
ejercicio de ciudadanía políticamente activa, para lo cual ni siquiera es
obligatorio portar la cédula de identidad, es más podemos tener montones de
documentos y tales papales no construyen, por sí mismo, ciudadanía en el
sentido de ejercicio democrático propiamente dicho. Para nuestra participación
política, no es indispensable ni obligatorio estar organizados en partido
político alguno, aunque es un derecho humano pertenecer a los mismos, bajo el
principio de la voluntad.
Teniendo respaldo nacional e
internacional y conscientes de que todos los derechos humanos, son para todas y
todos es que ejercemos la libertad individual de expresión y de manifestación
pública de nuestras ideas, relacionadas a la posición que tenemos sobre
determinada política, legislación o decisión que adopta cualquier autoridad
estatal, como la ya famosa, inconsulta e impopular Ley 840, que violenta la
soberanía y amenaza con desplazar masivamente a campesinos, productores y
pobladores que habitan la ruta del prometido canal interoceánico, pactado con
el entonces desconocido Wang Jing, quien desde hace varios meses no se le ha
visto en Nicaragua, al parecer anda en busca de los 50 mil millones de dólares
para comenzar con “…la obra más grande del mundo…”, sin importarles las
violaciones a los derechos humanos de la población nicaragüense.
No hay dudas, frente a las
decisiones arbitrarias, inconstitucionales y violatorias de los derechos
humanos, hay movilización social cada vez más frecuentes, masivas y en
diferentes ciudades, sectores y comunidades. Eso sí que tiene chiva (con
canillera) al gobierno. El poderío que le permite la concentración absoluta de
las instituciones, como la fuerzas armadas, de seguridad y represivas, le está
siendo insuficiente y aumenta la intimidación echando la vaca con los rotonderos
y motorizados.
En definitiva, el clima está
cambiando, el control social con todo y “la regaladera” se debilita y entramos
a momentos decisivos que quizá comienzan a contarse a partir de Mina El Limón,
Chichigalpa, Rancho Grande y a partir de ahorita que proyecta un gran mañana.
Frente a la represión y
criminalización de las protestas, mayor movilización es nuestra respuesta.
Demostremos que los derechos son de todas y todos, diciendo que la libertad
puede más que la represión.
Pasemos la voz, todos a
marchar junto a los hermanos y hermanas campesinas que viajan a Managua en
defensa de la tierra, el lago y la soberanía.
Protestar es un derecho, reprimir
es un delito. !!!Derecho que no se defiende es derecho que
se pierde!!!.