martes, 18 de abril de 2017

LA HUMANIDAD NUNCA ESTARÁ LISTA PARA UNA GUERRA NUCLEAR
Definitivamente, la humanidad nunca estará lista o preparada para una guerra nuclear. Sonarán todas las sirenas y alarmas del mundo que anuncien los ataques aéreos pero no habría hoyo, por muy profundo que sea, que salve a la humanidad de una hecatombe nuclear.
Podríamos distinguir entre esas destructivas armas ¿Cuál de ellas es la bondadosa? Todas generan terror y horror, aunque les atribuyan daños colaterales por error.
Sino preguntemos a los descendientes de Nagasaki e Hiroshima cómo recuerdan y pagan aún las consecuencias de las que les dejaron caer ya hace más de 70 años. Japón es el vivo ejemplo de lo que nunca debió ser, porque se trata del horror que niega la existencia de la humanidad.
La diferencia en este siglo 21 es que, abundan los arsenales atómicos y parece por los hechos que están bajo control de gente sin control y todos hablan y actúan en nombre de sus pueblos o de nosotros (cuando dicen defender a la humanidad).
En los últimos días se reportaron hechos que van en la dirección de esos peligros. Según noticias internacionales, el Estado Norcoreano, dirigido por un descendiente de la dinastía Kim, en medio de celebraciones del 105 aniversario del natalicio de Kim Il Sung, declaró estar listo para una guerra total, en el contexto de elevadas tensiones en la península coreana.
Por su parte, Estados Unidos (EU) desplazó un portaaviones nuclear y su vicepresidente, Mike Pence, pidió al mundo “aplicar más presión y aislamiento a Corea del Norte” haciendo una distinción entre Obama y Trump, destacando que éste último no es blandengue en alusión a que actuará con lo que sea necesario, abriendo la posibilidad de “acciones preventivas”, en respuesta a las pruebas de lanzamiento que ha realizado Corea del Norte, consideradas una amenaza a sus vecinos cercanos y a los propios Estados Unidos.  
Mientras tanto, Donald Trump, presidente de los EU supuestamente gana popularidad al intervenir militarmente en Siria, ordenando el lanzamiento de decenas (59) de misiles de crucero Tomahawk, para “disuadir” al régimen de Bashar al-Assad, luego de que se diera a conocer sobre el uso mortal de armas químicas por parte del gobierno Sirio, acusación que rechaza el régimen de este país.
En la misma semana (Santa), contra territorio de Afganistán, EU utilizó la MADRE DE TODAS LAS BOMBAS sólo superada por la potencia de una atómica, cuyos efectos destructivos se destacan como si se tratara de lluvia de chocolates, aunque se nos vende con la bondad de que sólo destruyó túneles usados como refugio por los extremistas que operan imponiendo el terror en Afganistán.
A propósito de generar presión contra Corea del Norte, podemos interpretar que, en medio de esa alta tensión, esta bomba pre nuclear probada en Afganistán, es elogiada por su inmensa presión, o sea: Ni para contar el cuento.
Como indico en el título de la presente opinión, la humanidad nunca podrá estar lista o preparada para soportar y sobrevivir a los horrores que significa una conflagración nuclear. En Libia, Irak, Afganistán, Siria, solo para enunciar una parte de los países sometidos y en guerra, las consecuencias del horror de los ataques, preventivos y ofensivos han dejado millones de víctimas entre muertos, heridos, huérfanos, viudas, desplazamientos forzosos, expresados en una inmensa población que busca desolada por algún refugio humanitario que varias de las naciones corresponsables de esas consecuencias, les niegan.
Por ello, URGE alzar nuestras voces contra toda señal que implique la posibilidad de desencadenar un conflicto de tal magnitud. No cabe ninguna justificación, por ende no resulta legítimo el uso de armas de destrucción masiva, más brutales aún de las que ya están acabando con vidas inocentes.
¿Cúal es la diferencia entre el uso de armas químicas y una bomba sólo inferior a la atómica? Siendo que las dos son de exterminio masivo, pareciera una pregunta tonta, quizá la distinción es la “causa que invoca cada uno de los extremos”, cuya consecuencia mortal los termina juntando, aunque uno y otro se adjudiquen ser justicieros y de actuar contra el mal.
La potencia de las bombas no distingue entre terroristas y población civil, solo después de los estallidos es que nos enteramos de “los daños colaterales”, igual de mortales, con la nada honrosa aclaración que son en nombre del bien.
El horror de la guerra debe detenerse, sumemos nuestras voces que eleven la esencia de la humanidad y que sólo una paz real, con justicia y sin opresión, hagan posibles sus mejores y más nobles aspiraciones.
La potencia de las bombas es la negación de la humanidad, sean para el extermino menor o mayor, selectivo o indiscriminado.
Ninguna guerra puede justificarse en nombre de la humanidad. No hay ideología que valga si ésta es la negación de la humanidad misma. Las guerras sólo aumentan el sufrimiento y dolor de las grandes mayorías y enriquecen a una minoría de desalmados.
Seguramente, la industria de la guerra celebra el uso de esas armas, sea como se llamen, la actual era armamentista enriquece a un selecto grupo que pone y quita gobernantes, para lo cual ahora inventan la madre de todas las bombas.
Los protagonistas de esas amenazas, dicen que nos defienden, cada uno habla en nombre del bien y de combatir el mal, la guerra y sus consecuencias de horror y dolor, no admiten colores ni banderas.
Como siempre los políticos que idean las guerras, nos pretenden enganchar que no tienen otra motivación que abogar por la paz haciendo la guerra, nada más cruel, inhumano y absurdo. Los mueve, a todos por igual, su interés por el dominio político, económico y territorial incluyendo la discriminación por diversas razones.
En el pasado, el enemigo era el comunismo, ahora son unos tipos que utilizan el terror como su forma principal para demostrar sus convicciones. El caso es que, siempre encuentran los motivos de guerra.
Si hacemos un recuento de los extremos en guerra, sean desde grupos ilegales o desde los estados, por lo general invocan a un Dios, antes de matar indiscriminadamente.
La pregunta, que no sería como en las películas: ¿Quiénes eran los malos y quienes los buenos…? sería apropiada para nuestro epitafio, en caso de que la humanidad sea sometida a este final atroz; aunque ya no habrían lectores.
No podía cerrar sin la siguiente reflexión: Las guerras no surgen de repente o de puro aire, ellas son el acumulado de hechos sucesivos que disfrazados de amor, en la práctica y por el horror son el símbolo del odio de unos grupos o estados contra otros.
En nuestra Nicaragua Nicaragüita hay quienes están cargados de odio y de mentiras, desde el poder impulsan su propia guerrita, aunque se venden como palomitas de la paz. Son maestros de la intolerancia y nadie les gana en el arte de la manipulación y el maquillaje, son expertos en conversión, por algo estamos entre los países más felices.
Entonces… Frente a quienes tocan las bocinas de movilización para la guerra, la persecución y la opresión,  nos quedan nuestras voces multiplicando el clamor y nuestro derecho de vivir en paz, libertad y sin miedo.  


No a la guerra

martes, 4 de abril de 2017

A mi cuñado Sergio Palacio Miranda In memoria




Sergio, hoy es tu fecha de nacimiento, estarías cumpliendo 61, como dice el dicho popular estaríamos celebrando con vos tus 61 abriles. Como siempre hay peros en la vida y ésta dispuso que tu corazón se detuviera a los 56. Hace casi 5 años partiste y nos dejaste tus imborrables huellas de un ser humano cabal: Esposo, padre, hermano, hijo, tío, cuñado y por supuesto médico y en todo, de tiempo completo.

Te conocí en los primeros años de los 80, cuando estábamos en revolución, fue cuando tu hermana Scarlett y yo empezamos nuestra relación que ahora acumula más de 30 años, con dos hijas maravillosas, dos de tus sobrinas que más de alguna vez atendiste como médico y ya no se diga del cariño permanente que les brindaste como su tío.

Como médico te recuerdo indicándonos para que a Paula no le diéramos medicinas que le recetaban con diferentes nombres, vos decías: esta no, esta tampoco porque son la misma que esta otra y obviamente también ahorrábamos. Supongo que en tu consultorio no abundaba el recetario, no era tu estilo y cuando teníamos algunos síntomas como gripe y otras nos decías que como llegó se irían y nadie se murió por esos tus diagnósticos, por el contrario evitaste que nos intoxicáramos de medicamentos, como hombre de ciencia eras una fiera entregado al estudio y sobre todo brillaste en conciencia.

Echo de menos tus carcajadas a no parar, cada vez que nos reuníamos a jugar en la casa de tu mamá Haydee y tu papá Esteban, último que se nos fue antes de tu partida, ahí nos juntábamos con tus hermanas Flor, Celeste y Scarlett (sólo faltaba Ámbar que vive en la yunai hace casi 20 años). Bueno, tus hermanas Martha Ligia y Lorena no participaron en esa jugadera y jodedera de los viernes. En el caso de Lorena también tiene muchos años de vivir en la yunai y a Martha nunca la sedujimos para que se sumara.

Durante las jugadas maestras y chinescas, no faltaban los chistes a lo nica y también en alemán, pero no del Ex presidente que le robó al país, sino del Alemán Georg Remy, tu cuñado quien era otro de los expertos jugadores infaltables. En varias ocasiones llegó a jugar tu sobrino Gabriel, hijo de Jazmine; el sobrino que se despidió después de concluir una noche de record con golpes chinos, en una jugada que ninguno le igualó.

Tus carcajadas eran inimitables pero nos contagiabas con solo oírtelas, yo gozaba cuando te contaba mis anécdotas o malos momentos que sufrí varias veces en diversos aeropuertos y sobre las carreras de atleta frustrado, porque casi siempre que corría llegaba entre los últimos y sólo le ganaba a los que recogían las ambulancias porque se desmayaban, cómo reías vos cuando les contaba a todos que alguna vez unos ciegos llegaron primero que yo, evidenciando que la resistencia y la calidad está en el corazón y en la fe de las personas.

Se me olvidaba otra de los tantos viernes, aquel que por varios encuentros no parábamos de gozar y nos ca… de la risa… Fue cuando Celeste, Scarlett, Tania y tu papa Esteban juraban que habían preparado un plato rico de pescado que Celeste temprano compró en un supermercado, según ella era un pez… sin leer que decía pe chuga de pollo y cuando se lo comieron hasta sintieron el sabor a pescado y qué jodedera la que armamos.

Más de alguna vez te oí hablar sobre la felicidad, concepto indeterminado que buscamos y construimos permanentemente, vos eras único y recuerdo que hablabas de un autor De Mello, creo que fue un jesuita… En fin no sólo te fundiste en los textos de medicina, le entraste bastante a la literatura.

En tu juventud estuviste fugazmente por Italia, estudiando, y luego no habías culminado tus estudios en León cuando conociste a la que sería tu esposa Giselle con la que compartiste la dicha de todo el resto de tu vida, con tres hijos: Giselle, Desiree y Marcel, a los que tuve el privilegio de casar y de los que ya no pudiste conocer a tus nietos. Si estuvieras con nosotros, habrías constatado tu mejor herencia.

Fuiste de los grandes, como maestro según entiendo hay muchos que te recuerdan, la mediocridad no era parte de tu identidad.

Al finalizar tus días, la vida se fue apagando lentamente y te llevo temprano en tu plenitud, lo que no se apagó fue la intensidad de una luz que significó tu calidad personal y profesional. Un ser humano de esos que no los vemos por montones o que poco conocemos.

La vida, no es como la queremos, de repente es injusta porque a muchos de los buenos humanos se los lleva temprano.

Te recordamos y púchica como te extrañamos.

 Tu cuñado Gonzalo