miércoles, 31 de mayo de 2017

A Scarlett, la chela de mi vida
Con nuestra hija Tania: Scarlett al SMP. 1988 

A riesgo de ser cursi, vale hacer memoria para hacer homenaje a tu calidad de mujer y extraordinaria persona. Como nuestra vida juntos, ha sido muy fructífera puedo decir que no cabe ese dicho popular que no valió la pena. Si valió y muchísimo y de entrada gracias chela mi amor por todos estos años. 

Ya pasaron 35 desde que nos conocimos, estábamos en pleno apogeo de aquella década de lucha y compromiso, cuando mucha gente de nuestro pueblo hacía revolución. Vos y yo fuimos parte de la juventud dispuesta al sacrificio, ese ejército humano de completa chavalada nos juntó.

Quien diría… Acá estamos juntos y como que no ha pasado el tiempo o mejor dicho cómo ha pasado el tiempo.

Chela, te acordás de nuestro primer encuentro..? Como la memoria nos juega trampa, aquí mi recuerdo: Yo estaba en la casa regional de la JS19J en Managua, cuando te ví llegar, con tu rostro rosadito y lindo. Fue iniciando el año escolar de 1982, la idea era que me apoyaras en el trabajo y que apoyo el que me brindaste, lo hiciste a la perfección, llegaste para quedarte, aunque ni idea tenías seguramente de que eso pasara y más con este negro. La combinación fue como el café con leche que nos encanta.

No voy a ser tapudo diciendo fuera del tiempo que “desde que te ví me enamoré de ti”, sería falso de toda falsedad; eso sí no pasó mucho tiempo para que tal química sucediera, íbamos en caminata hacia Masaya para celebrar un aniversario más de aquel 19 de julio, el recorrido de 30 kilómetros fue propicio para estrechar nuestras manos y empezar, con todo y paréntesis lo que es a hoy ya más 30 años recorridos.

Siempre que hacemos reflexión sobre nuestra participación en lo que fue la revolución en los 80, coincidimos que de ella quedamos una generación que sobrevivió, con el privilegio de estar para contarla y sin mayores secuelas de la guerra, como le sucedió a los que cayeron en esa década.

NO dudamos en decir que quedamos nosotros, nuestra amistad y nuestra relación profunda sellada con el amor y la entrega completa de sinceridad incondicional. Cómo han pasado los años, las cosas que nos ha dado la vida… Tres décadas llenas de contenido, de amor y muchas buenas, con problemas pero con ganas de seguir nuestra vida juntos.

En esa nuestra larga relación, vos has sido una tremenda protagonista. A vos no te supero, me es imposible. Sos una mujer casi perfecta, con una honradez inimitable, por eso la trampa, el eñgano y la mentira no están en tus genes, diría que es herencia Palacio Miranda. O sea, con vos he compartido un Palacio, aunque no solo he sido un Miranda, he mirado y actuado, cómo no hacerlo con esa tu belleza de mujer.

Por supuesto, tenes un carácter especial, extraordinario, para el cual he tenido mi auto receta. Esa forma no marchita tu esencia de mujer íntegra. Cómo han pasado los años verdad, nuestras dos bellísimas hijas Tania y Paula lo certifican, además ellas se encargan de recordarnos tu calidad, ninguna de las dos tiene las mañas y marañas de la maldad que abundan en estos tiempos. En eso, siguen tu ejemplo y creo que ellas son hijas de la honradez, de esa que nos hace tanta falta en la Nicaragua Nicaraguita.

Scarlett junto a su hermana Flor en El Quetzal, Jinotega. 1982-83

Chela, ahora que te escribí este bla bla, a manera de homenaje. Cómo no recordar que fuiste una chavala alfabetizadora y que cumpliste tus 15 años junto a los campesinos; te recuerdo como miliciana, reservista, cachorra del SMP y cortando café más de una vez… Recuerdo especial cuando a finales de 1982 nos fuimos a celebrar Navidad y año nuevo, vos en el Quetzal con tus hermanas y yo en La Trampa, ambos con una trenada de chavalas y chavalos cortando el rojito durante dos meses, con aquel inolvidable frío. Días maravillosos aquellos, era cuando estábamos de novios, Tania estaba a varios años en camino y Paula muchos años después.

Te recuerdo, en tu casa en Bolonia, cuando nos acurrucábamos en la orilla de la acera, en las limonarias, con tu papá rondando... Y yo queriendo y agarrando… tu mano je je!! Ay… cómo no recordar que más de algunas vez por los deseos de un beso tuyo, me dejó el bus de mi ruta hacia la casa, historia que 30 años después sigue igual (nuestros chacobos y el pésimo servicio de transporte).
Con nuestras hijas Tania y Paula

Cuando recordamos aquellos tiempos en revolución y nos preguntamos también si esa época valió la pena, la conclusión es que sí y en mi caso o en nuestro caso valió muchísima la pena, pues con la revolución de la quedan muchos recuerdos… Yo, sin comprar ni un vigésimo, me saqué la lotería porque te tengo a vos, chela linda y mujer incomparable y por si fuera poco, tenemos en común a esas dos mujeres maravillosas que son nuestras hijas Tania y Paula.

Paratuqueando a Pablo: Porque en días como este te he tenido entre mis brazos… Con o Sin el permiso de Neruda… Puedo recitar los versos más bellos esta noche!!!

Posiblemente el tiempo marchite mi memoria, pero nunca podrá con nuestro amor que es ya gloria.

Dije que corría el riesgo de ser cursi, pero valió la pena el ejercicio de recordar lo que quedará en el corazón para siempre. Vos chela Scarlett con mucha emoción.


Te amo, tu negro 

martes, 16 de mayo de 2017



27 años en lucha: No han sido fáciles

Colectivo de los primeros años 90

Hoy 16 de mayo el CENIDH cumple sus 27 años de natalicio, aterriza a sus 27 mayos. Ahorita escribo con mis recuerdos de hace 25 años, cuando llegué en mis inicios, primero en la pasantía y meses después, en octubre de 1992, como defensor permanente de los derechos humanos de la gente, de todos los colores, cuya mayoría con dolores de víctimas del abuso de poder de todos los tiempos, en todos los gobiernos.

Cuando llegué al CENIDH, aún siendo estudiante, recuerdo que no sólo yo era novato, pues el centro recién había nacido 2 años antes. No obstante, la Dra. Vilma Núñez ya era una experta y defensora con trayectoria de muchos años. El activismo del CENIDH comienza en medio de un convulsionado país en transición. Fue la época del fin de la guerra hacia un proceso de pacificación, con violencia, pasadas de cuentas y violaciones de derechos humanos. 

Los primeros casos estaban relacionados a ese contexto, duro: Los rearmados, los recompas, los recontras y los revueltos con tomas armadas, secuestros, huelgas, tranques en las carreteras, etc. Recuerdo el libro de anotación de visitas, de casos, no eran los miles que ahora acuden, el crecimiento fue correlativo a la proyección del CENIDH que en sus inicios solo tenía oficina en Managua, la gente fue conociéndolo por su acción y sobre todo por la autoridad ganada con el ejemplo, aunque nos ha faltado mucho por hacer. 

Nuestro lema Derecho que no se defiende es Derecho que se pierde, fue apropiado por la gente en lucha, hoy lo gritan en muchos lugares. Un día de éstos lo escuché por parte de una protesta de un sector afín al régimen actual y con un agregado simpático: Como nos enseñó el comandante... "Derecho que no se defiende Derecho que se pierde. Por supuesto, no se refieren a comandante alguno en el CENIDH, se refieren al vecino de El Carmen je je!.- 

Sí, son 27 y con excelentes sucesos; el CENIDH convertido en todo un instrumento de lucha al servicio de muchísima gente, que le ha sido como el mes de su nacimiento COMO AGUA DE MAYO como un invierno de promisorias cosechas. 

En definitiva, los 27 años no han sido fáciles. Porque no es fácil en estos tiempos de incertidumbre, de muchas promesas incumplidas llenas de mentiras (sin revolución ni democracia), con las instituciones del Estado en ruinas, con gobiernos impuestos porque el país ya no elige; en ese escenario adverso hemos desarrollado la defensa de los derechos frente a la ignominia de poderosos cobijados en la impunidad y que desatan su furia porque les decimos la verdad. 

No ha sido fácil estar bajo la presión de los gases lacrimógenos, bajo el fuego cruzado de morteros y balas, bajo la intimidación, la amenaza y la descalificación, así como se lee, en esas circunstancias peligrosas hemos defendido los derechos de todos y todas. 

Cómo no recordar de aquellos primeros años 90, cuando con la Dra. Núñez, Bayardo Izabá (Director Ejecutivo, fallecido hace 6 años), Javier Pérez (Director Ejecutivo en esos años) y otros colegas, recibimos los primeros atropellos policiales por acompañar la lucha social, como la de los obreros de la fosforera, quedando atrapados e impactados por la balas de goma disparadas por los antimotines.

En mayo de 2006, se realizó una protesta por demanda de mejores salarios, sus protagonistas fueron los médicos organizados en el Movimiento pro salarios. Sus acciones fueron beligerantes y la represión contra ellos no se hizo esperar, como defensores del CENIDH también corrimos los mismos riesgos.

5 de mayo de 2006 Protesta de los médicos pro salarios

En estos 27 años se cuentan por miles las mujeres y hombres visitantes, usuarios, denunciantes y por supuesto protagonistas en el ejercicio de sus derechos, luchando por su dignidad. Cómo no recordar nuestra acción de defensa en medio de las batallas campales entre universitarios y la Policía. Las batallas del sector transporte, con  muertos entre policías y manifestantes.

Cómo no recordar la masacre contra los universitarios aquel diciembre de 1995, aunque los mandos policiales de entonces dijeron que los disparos fueron al aire y según ellos las balas que mataron a dos universitarios e hirieron a casi 100, fueron de puro aire; o cuando estuvimos protegiendo a los estudiantes que fueron reprimidos y testigos del asesinato del Estudiante de Derecho Roberto González el 20 de abril de 1999 en las instalaciones del Banco Central.

Entre esas batallas de calle, recuerdo a la Dra. Núñez saliendo de la UNI, sentada con otros colegas defensores en la coraza de un bus en que se trasladaba un agente policial que los universitarios habían sorprendido en labor de inteligencia, la memoria no olvida aunque la historia oficial no lo registre, el CENIDH exigió respeto a la integridad de dicho policía y los estudiantes lo entregaron a la Presidenta del CENIDH.

De estos 27 años, se pueden contar muchas historias de dolor pero también de lucha, de muchos crímenes en la impunidad pero también de una ciudadanía que no ha sido silenciada en todos los casos. El CENIDH no ha callado, por el contrario ha denunciado las sistemáticas violaciones de derechos humanos en todos los gobiernos, llámense de derecha o de izquierda. 

Cada vez que han privado de la vida a ciudadanos declarados opositores, les hemos dicho la verdad, asumiendo todos los riesgos, cómo no decir la verdad si violan el derecho a la vida con esas ejecuciones… Cómo no decirles la verdad si están en el poder a costa de robarse las elecciones…

Ahora con mayoría de edad, son muchas historias las que podríamos recabar y contar. En la denuncia y defensa, en la promoción y educación en DDHH, con la pasantía de centenares de jóvenes estudiantes de todo el país y de diversas universidades como la UCA, UPOLI, UPF, UPONIC, UCC, Universidad del Norte y la UNAN. Todos han aportado y aprendido de la experiencia y el compromiso de estar al servicio de las víctimas, sea  en la sede central o en las filiales de Chontales, las Segovias y Matagalpa. 

Son incontables las actividades realizadas por el voluntariado que integra la Red Padre César Jerez, con más de mil promotores quienes con entusiasmo y compromiso realizan su labor de multiplicar y defender derechos desde hace rato. 
 Los primeros conductores del CENIDH Humberto y Benito Díaz 
No ha sido fácil recorrer carreteras, caminos, navegar por nuestros ríos y el lago de Nicaragua para realizar talleres, seminarios o para verificar in situ las violaciones a derechos humanos. En esas intensas y extensas jornadas, la labor de Humberto y Benito, conduciendo y traslandonos con seguridad fue, es y seguirá siendo significativa. Benito no pudo seguir con nosotros debido a que un conductor irresponsable lo privó de la vida el año pasado.

Esos recorridos incluyen visitas a celdas policiales, capacitar a agentes del Estado... Bueno, hasta que llegó el comandante y mandó a cerrar las puertas de las instituciones. 

Los obstáculos de los últimos 10 años confirman que nuestra labor como defensores no ha sido fácil. Nunca como en este tiempo, defender derechos ha sido más jodido. A pesar de esas condiciones, los verdugos de turno, los torturadores y abusadores de poder saben que están bajo la fiscalización de la gente que no admite vivir sometida. 

El régimen más intolerante y alérgico a la fiscalización ha sido este que se declara como lo mejorcito, no hay dudas que con todos no ha sido fácil y con este no es jugando, a todos y con miedo. Nos queda la satisfacción de servir y estar al lado de las víctimas, como dirían los jesuitas como el Padre Jerez que fue uno de los fundadores del CENIDH, con opción preferencial por los pobres, por los vulnerables, por las víctimas del poder público y privado.

Son incontables las acciones de ataques e intolerancia por parte del actual régimen, para lo cual ha contado con sus fuerzas represivas del Estado y las de choque, las que en medio de consignas amorosas han atacado a la ciudadanía que exige libertad y respeto a sus derechos.

En 2008, cuando tenían menos de dos años de "gobernar" desataron su furia contra diversos sectores. Ese año, se dieron a la tarea de concentrar mensajes con ataques concretos contra el CENIDH, fue el año en que mancharon la casa de Dra. Núñez en la ciudad de León. Desde entonces, lucieron sus garras "amorosas" y desde entonces vinieron intensificando el Estado represivo y policíaco, dirigido a silenciar las voces que no hacen sintonía con su modelo excluyente y violador de los derechos humanos..   

El 16 de octubre del mismo año, cuando estábamos en la Fiscalía acompañando a dirigentes de organizaciones civiles, al menos 200 personas enfurecidas nos insultaron, golpearon y robaron cámara fotográfica al periodista Hector Calero, cuando realizaba su labor profesional capturando imágenes del ataque; mientras una policía cómplice los dejó hacer de la suya.

El 10 de diciembre, siempre de 2008, fecha en que conmemorábamos el 60 aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, actividad que año con año el CENIDH organiza, cuando estábamos en marcha desde la Rotonda de Plaza España hacia la Rotonda El Periodista, en la avenida de Naciones Unidas, con centenares de promotores de la Red Padre César Jerez y organizaciones que ejercen ciudadanía, fuimos atacados con morteros y pedradas por las fuerzas pro gubernamentales, con la omisión cómplice y criminal de la Policía Nacional.

En el contexto de las elecciones fraudulentas, en diversos momentos y lugares, los ataques contra nuestra integridad no se hicieron esperar por parte de los guardianes del fraude y de la nueva dinastía. Precisamente porque no hemos callado las estafas electorales, nos han intimidado y amenazado con pasarnos la cuenta. Nuestra memoria no olvida y por eso no ha sido fácil.

27 años, se dicen fáciles y no lo han sido. Pero que rico se siente compartir con gente de compromiso y que no cesa en su lucha por sus derechos y su dignidad humana. Es como hacer todos los días revolución, es la era de los derechos humanos, es la opción frente a la ignominia y la corrupción. 

Cómo no estar satisfecho que en 27 años el CENIDH ha sido instrumento de lucha para todo el mundo: Mujeres, niñas y niños, sandinistas, liberales, conservadores, campesinos, obreros, pueblos indígenas, comerciantes, barrios populares, LGBTI, policías y soldados, nuestros adultos mayores o abuelos, incluso para gente que ahora simpatiza y apoya a la nueva dinastía que nos desgobierna y nos amenaza.

Cómo no estar orgullosos de ser parte de la lucha del movimiento campesino que defiende nuestra soberanía, la tierra y el lago; que defienden la dignidad de esa que ya no tienen los de arriba porque han ofendido la integridad del país e irrespetado al pueblo nicaragüense.

En fin, hemos defendido los derechos y los seguiremos haciendo dentro y fuera del país. Nunca hemos sido neutros porque en la defensa de los derechos humanos no existe la neutralidad. Que gran honor es servir a tanta gente, la inmensa mayoría carente de recursos económicos  o sea los pobres; ah… Y algunos que también han sido víctimas de otros más poderosos que ellos.

Cumplimos 27 años y no ha sido fácil, ahora mismo nos atacan quienes han vendido la patria, con cinismo nos acusan a nosotros de eso. Lo hacen consciente de que mienten, porque nosotros no callamos y que en el CENIDH sin los millones de dólares que el poder amasa y roba, hemos hecho la lucha, por los derechos de todos y todas y en defensa de nuestra propia dignidad.

Con orgullo podemos decir que después de 27 años difíciles, la gente de Nicaragua sabe más de sus derechos humanos y sobre todo, los defiende cada día mejor, aunque las apariencias o el silencio oficial y de medios proyecten lo contrario. En esa popularización del conocimiento de los derechos y su defensa, el CENIDH es parte de la historia y es lo que los abusadores no nos perdonan.

Seguiremos al lado de las víctimas, a pesar de lo que los poderosos digan y hagan. Así celebramos hoy nuestros 27 años y somos el CENIDH, nuestro compromiso seguirá siendo Nicaragua.

miércoles, 3 de mayo de 2017



La represión y el “modelo de consenso” 


Sábado 22 de abril, Juigalpa Chontales.

En semanas recientes de este año, publiqué el tema relacionado al modelo tripartito y los compañero del COSEP, alabado por los beneficiarios en tanto les garantiza un clima adecuado para invertir, generar empleo y de paso, obviamente hacer reales; con una clase trabajadora dirigida por un movimiento sindical que desde hace rato dejó de defender los intereses de sus bases para concentrarse en su prioridad de apoyar al poder de la nueva dinastía, cuyo premio es vivir bonito, con diputaciones y otras condiciones.

En un contexto de sistemáticas violaciones a los derechos humanos, se destaca el “modelo de consenso” en Nicaragua, cualquier persona que esté medianamente informada se preguntaría: ¿Alrededor de qué intereses existe consenso y quiénes son los del consenso  entre el 20% de la fuerza laboral que tiene trabajo formal…? Apuesto a que, ni todos empresarios alcanzan en el mismo, mucho menos los trabajadores.

Si en Nicaragua no existe una institución estatal que funcione con independencia, si el orden jurídico constitucional está en ruinas, el Estado de Derecho es usado para las apariencias, si la democracia en su manifestación más conocida como la electoral está al pié de la tumba porque desde hace rato se vota y no se elige.

Si las detenciones arbitrarias y la tortura son comunes, si los crímenes en la impunidad son incontables, si para la aplicación de la ley los operadores lo hacen con doble rasero, si los medios de comunicación son intimidados, comprados o silenciados… Entonces, qué cosa es consenso…?

Bueno, en la Nicaragüita el consenso que nos venden como genuino para un buen gobierno, está fortalecido con la alianza pública privada, tan exitoso que puede ser reproducido en otros países. Lo presentan como otro hecho que nos debe de llenar de orgullo, casi que lo ponen como parte de nuestra identidad; sus protagonistas lo defienden porque es sinónimo de paz, estabilidad y armonía. Es puro amor, basta escuchar a sus mensajeros, ellos están felices. 

¿Y, toda la sociedad que no alcanza en esa fórmula exitosa…? Definitivamente, se trata de repartición de oportunidades para el privilegio, a eso le llaman consenso. A los excluidos que Dios los proteja.
Mientras se aplaude esa alianza entre poderosos y unos cuantos que le hacen comparsa, el Estado y gobierno no tienen para el diálogo y entendimiento con los que expresan disenso, a éstos le recetan represión, por oponerse al modelo del “buen gobierno y vivir  bonito”. 

Represión permanente contra todos aquellos que no aplauden el modelo. No se sabe cómo, siendo tan buenísimo, no logró traducirse en respaldo popular, puesto que la mayoría optó por dejar las urnas vacías en noviembre pasado, elocuente ejemplo de que el modelo solo le sirve a un reducido grupo. El modelo no multiplica la realización de derechos, es el amarre para el buen vivir de unos privilegiados.

Para los trabajadores que se atreven a alzar la voz al no encontrar legítima representación sindical, que no alcanzan en ese modelo, la solución es persecución y criminalización de sus demandas laborales. 

Es el caso de los mineros reprimidos, perseguidos, encarcelados  y torturados. Es el caso de los obreros que al pretender formar su propio sindicato o ejercer sus derechos, son despedidos y criminalizada su lucha. Esos están fuera del modelo, o mejor dicho para esos La Modelo de Tipitapa.

Fuera del modelo de consenso está, el movimiento por la defensa de nuestra tierra, el lago y la soberanía, el más grande disenso opuesto al Estado que los reprime y amenaza con despojo masivo de sus tierras. Contra ese campesinado la represión es intensa. 

En definitiva, para asimilar lo que sucede en Nicaragua y lo que hacen los poderosos contra los derechos humanos, hay que tener estómago resistente a las agruras que generan la manipulación y las mentiras propagadas por el Estado y gobierno. 

Amor y terror, civismo y cinismo, verdad y mentira, libertad y opresión, tranquilidad y miedo, marcha y contramarcha. Son diversos los rostros que permanentemente se contraponen al ejercicio de los derechos de la ciudadanía, es el abuso de poder que los niega o impide realizar, sea por acción o por omisión, éstas ya son incontables.

Es el modelo del consenso, impuesto a la mayoría que no hace sintonía. Por eso la lógica perversa de subir la parada de la represión, la clase enriquecida en el poder percibe que se acerca más presión. Está dicho, el fin justifica los medios, impedir que la ciudadanía se exprese y reclame sus derechos, reprimir y mentir para descalificar la legítima protesta.

Resulta que ahora, para ejercer derechos hay que pedir permiso, a una familia ilegítimamente en el poder, que niega o permite, tal si fuera una concesión de bondades y no se tratara de la realización de derechos.

Se entiende entonces la ocupación de carreteras y caminos por donde transitaría la ciudadanía en la marcha 87 convocada dos meses antes y prevista realizarse en Juigalpa Chontales por el Consejo Nacional para la defensa de la tierra, el lago y la soberanía. Como ha sido la tónica dinástica, una vez más la manifestación no se desarrolló plenamente porque la represión lo impidió. El consenso no aguanta el disenso.

El campesinado tenía sobradas razones para manifestarse en esa fecha (22 de abril), debido a las graves amenazas que le representan la vigencia de la Ley 840, porque en cualquier momento se desata una expropiación masiva,  inconstitucional e ilegítima de las propiedades (la tierra) de miles de familias que están en la ruta canalera y más allá de la misma.

La concentración estaba prevista para la mañana del pasado sábado 22 de abril, en Juigalpa Chontales, con recorrido similar al realizado hace un par de años en la misma ciudad. 

La marcha no fue porque el poderío del estado, con todos los recursos y abusos la impidió. Dos días antes del día de la tierra, se les ocurrió anunciar, a ya saben quién, que en la misma fecha y el mismo lugar, realizaría una fiesta con amor, corazón verde para celebrar a la madre tierra.

Se evidencian en cinismo e irresponsabilidad criminal de Estado al asaltar el mismo lugar previsto para la realización del derecho de manifestación constitucional que le pertenece a la ciudadanía y no al Estado.

Al derecho constitucional se contrapuso todo el poder estatal, que simultáneamente utilizó las fuerzas policiales para garantizar la tranquilidad de la fiesta del poder y al mismo instante represión e intimidación para impedir la movilización. 

Una vez más impusieron una especie de estado de sitio para impedir la libre circulación y movilización de quienes pretendían viajar hacia chontales, retenían vehículos y documentos bajo amenaza de detener a los conductores si continuaban su marcha. A muchos les impidieron salir de sus poblados, mientras que a otros que alcanzaron a llegar a Juigalpa los expulsaron.

El corazón verde y el derroche de amor predicado ese día para la fiesta del poder, se tradujo con dedicatoria, en centenares de antimotines para asegurar que ni en camión, ni en carreta ni a pié, los campesinos salieran de sus municipios.

Si hubo tranques en esos caminos y carreteras fueron gracias al inmenso operativo de represión con gases y balas de los antimotines, incluidos miguelitos (poncha llantas), amenazas de quitar licencias de conducir y permisos de transporte, trabajo político de los emisarios del FSLN que andaban desmovilizando a los campesinos con el cuento de que ya no se hará el canal y no hay necesidad de hacer marchas.

En fin, la cantidad de obstáculos para que se manifieste el pueblo, no tiene correspondencia con el amor que le declaran. No les importa que los campesinos hayan tenido que viajar por más de dos días para participar en su marcha. 

Eso sí, a mayor represión mayor indignación, la familia sabe que están perdiendo terreno, que la mayoría no los quiere, a pesar de lo que diga la encuesta que aplaude el modelo de consenso.

Como no tienen razón,  emplean la represión e imposición de una política para generar miedo.

Lo saben muy bien, por eso el abuso de poder y con todo, no podrán contra la legítima aspiración y derecho de vivir en libertad y sin miedo.