jueves, 22 de diciembre de 2016

Dos años después… Una trocha, Represión y 82 marchas llenas de dignidad
Ojalá haya organizaciones internacionales que puedan interceder por nosotros, porque este es un problema de vida o muerte” Francisca Ramírez, Líder campesina anticanal.

Imagen de marcha realizada en Juigalpa Chontales

Hace dos años, se inauguró la mega obra llamada gran canal, tan grande que toda una vida sería poco para poder dimensionarla porque generaría un millón de empleos, crecería en un 10% anual nuestra economía y mejor paremos de contar porque corremos el riesgo de infartar… Es tanta la mentira como cierta su maldad.

Sí porque lo más relevante en esos 24 meses, es una gran obrada (…). Todo se reduce a una pequeña trocha allá por Brito, en el sur de Nicaragua, inaugurada por una pandilla en el gobierno convertida en pesadilla para las comunidades de la ruta de un canal que nunca va a llegar.

En el contexto de la ruidosa inauguración lo que si se garantizó con todo, fue la represión con cárcel y tortura en contra de pobladores del Sur de Nicaragua,  El Tule y Nueva Guinea. Una policía leal a la nueva dinastía, con presos traídos ilegalmente al Chipote con otras víctimas, incluido un campesino que perdió un ojo por el impacto de una bala represiva.

José María Calderón Cerro fue una de las decenas de víctimas de la represión policial en El Tule, San Miguelito, departamento de Río San Juan. LA PRENSA/O. NAVARRETE

Sufrieron quizá, uno de sus peores diciembre, mes que los cristianos gobernantes manipulan hasta más no poder con su bla bla  de amor y paz. Esas víctimas, campesinos, ciudadanos y ciudadanas de este país, cumplen dos años de impunidad, pero no en pasividad a como le encanta a los represores y tiramos de ahora…

No… son 24 meses en lucha organizada por sus derechos que el régimen trata de despojar con la vergonzosa Ley 840, la peor de las obras de la familia en el poder. La resistencia campesina, de los pequeños y medianos propietarios que habitan la ruta del inexistente canal, esa si es la más grande obra de dignidad.

Si la dictadura Ortega Murillo alguna vez apostó a que arrasaría con los DDHH de esa población, después de tanta represión, se puede concluir que se equivocó y ahora la tiene enredada y sin posibilidades de resolución a su favor, por el contrario está en un callejón (del tamaño de un gran canal) sin salida. 

Mientras en 10 años han convertido los derechos en favores, creyendo que todas y todos estamos dormidos... El movimiento campesino organizado en el Consejo Nacional para la defensa de la Tierra, el Lago y nuestra Soberanía, mas  la multitud silenciosa del 6 de noviembre, dieron una inesperada respuesta a quienes nos vienen arrebatando nuestros derechos, convirtiéndolos en desechos.


En la Policía de Nueva Guinea, acompañada por defensores de DDHH, Dña. Francisca reclamando sus vehículos.

Frente a la inmensa mentira de los que prometen y prometen, hubo una monumental obra de dignidad y lo más hermoso de esa lucha organizada es que es liderada por una campesina que conocemos como Chica (Francisca Ramírez), una gigante expresión que no la reduce la represión, una voz genuina de una organización con sobrada dignidad de la que mucho le falta a los que nos desgobiernan en nombre de una revolución que no existe.

No hay dudas 2016 nos deja aires que reaniman y nos dice que ya comenzamos que no todo está perdido.

Sandino estaría orgulloso de ese movimiento campesino y seguro sería uno más en la lucha por sus derechos.

Está demostrado, no hay derechos sin lucha y éstos no son regalos de ningún gobierno.

A ponernos más las pilas para 2017.


¡¡¡Derecho que no se defiende es Derecho que se pierde¡¡¡

sábado, 10 de diciembre de 2016



Marchando en el 68 aniversario de la Declaración Universal  
¡Defender Derecho es un Derecho¡

Todos los seres humanos nacen con derechos y libertades fundamentales iguales e inalienables
De la publicación 60 aniversario de la Declaración


  En la imagen observamos una masiva participación de defensoras y defensores

Centenares de defensoras y defensores de los Derechos Humanos en Nicaragua, realizamos una masiva marcha, con la participación del voluntariado de todas las edades que conforman la Red Padre César Jerez organizada por el CENIDH, que promueven los derechos en diferentes municipios del país y que el día anterior reflexionaron sobre las principales problemáticas y desafíos para la defensa de los DDHH de todos y todas. 

Hubo delegaciones de Matagalpa - Jinotega, Estelí- Las Segovias y Chontales. También del pacífico nicaragüense y desde la Isla de Omepete. Toda la promotoría coincidió en el foro y como expresión de la amplia participación, la presencia activa de la comunidad LGTBI.


Imagen sobre la participación de los territorios indígenas víctima de violencia

Extraordinaria fue la participación de una delegación del Caribe Norte de Nicaragua, defensoras de CEJUDHCAN con  Lottie Cunningham al frente, así como sobrevivientes de la violencia que ha privado de la vida a decenas de caribeños. Por ellos gritaban consignas como: Justicia, no impunidad y saneamiento a sus propiedades indígenas. 

Muchos de los participantes viajaron desde sus territorios hasta 18 horas para compartir con nosotros su realidad, la firmeza y justeza de su lucha. Su voz se sintió en el foro del día anterior y en la marcha del propio 10 de diciembre, como se pueden observar. 

Los pueblos indígenas del pacífico compartieron en el foro de defensoras y defensores, con sus hermanos del caribe. Con realidades muy complejas, relacionado a sus territorios, identidad y el reconocimiento jurídico y político de dichos pueblos.

Cuando uno se aproxima a esa realidad, vivida y sufrida por las comunidades indígenas sólo puede concluir que lo que dicen los 30 artículos de la Declaración  Universal siguen siendo un ideal por alcanzar, lo bueno es que ellos expresan su lucha y su voz, desde su propia identidad y organización y que no están solos, que en su lucha ya hay muchos que les acompañamos



Centenares de mujeres organizadas y en su carácter personal, participaron y se expresaron, ya lo habían anunciado cuando en solidaridad con las poblaciones afectadas por el Huracán Otto, suspendieron la marcha prevista para el 25 de noviembre pasado, Día Internacional de la No violencia contra las mujeres. Marcharon con camisas rojas, expresando la intensidad de su lucha y su exigencia para que el Estado de Nicaragua respete los DDHH de las mujeres y niñas, para que sea restablecida la Ley 779, para que se haga realidad el derecho a vivir libre de violencia, con justicia y sin impunidad, para que no sigan asesinando a las mujeres por su condición de mujeres, para que no haya un femicidio más, ni una muerta más
 
  
 Imagen de la solidaridad con el movimiento campesino

Con iniciativa de Mónica López y un ciudadano de Isla de Ometepe, luchador del movimiento liderado por el Consejo Para la Defensa de nuestra Tierra, el Lago y la Soberanía, la solidaridad no se hizo esperar, el camión a la vista lleva un letrero: Devuelvan los vehículos de Doña Chica (lideresa del movimiento) y que diéramos un peso solidario… Hubo gente que dio mucho más y se dejó constancia también del cariño e identificación que existe con la lucha campesina que defiende nuestra integridad territorial y nuestra propia dignidad



Observamos al Doctor Carlos Tünnermann junto a la Dra. Vilma Núñez de Escorcia y Mauro Ampié.

La ciudadanía activa de una generación de luchadores como el Dr. Tünnermann y la Dra. Núñez estuvo presente. Ambos son voces calificadas de una trayectoria contra la dictadura de la familia Somoza y ahora marchan juntos contra otra familia que pretende entronizarse en el poder ilegítimamente


El recorrido de la marcha concluyó en el CENIDH la Dra. Núñez reafirmó el compromiso de seguir luchando por los derechos de todas y todos, de la trascendencia de una lucha concertada y que el fin de la nueva dinastía llegará pronto, eso sí con la conciencia activa de una ciudadanía que no esté dispuesta a vivir sin justicia y libertad.

Por su parte, Lottie Cunningham expresó el mensaje de la delegación indígena que marchó con ella.  Como fue dicho en todo el recorrido, nos dejó clara su lucha y exigencias de que se respeten sus DDHH colectivos como el territorio e identidad.

Mientras que Mónica López, en pocas palabras nos compartió que en el momento en que estábamos concentrados en el CENIDH los abusadores del poder, allá en la Policía de Nueva Guinea, le estaban regresando los dos vehículos a Dña Chica; a quien merecidamente le expresamos el cariño y solidaridad, más que un peso, nuestro compromiso de seguir luchando por los DDHH de todas y todos, por los DDHH de los campesinos y de todas aquellas víctimas que no renuncian al derecho de defender sus derechos.

¡¡¡Derecho que no se defiende… Derecho que se pierde¡¡¡