ABUSO DE PODER
Los funcionarios del Estado
solamente están facultados para hacer lo que la Constitución, las leyes e
instrumentos internacionales de derechos humanos expresamente le permiten. Todo
lo que hagan fuera de ese ámbito no tiene valor alguno. Al respecto podemos
consultar lo que dicen los artículos 130, 182 y 183 de nuestra Constitución.
Es fácil observar entonces,
cuando los agentes del Estado no respetan el orden jurídico constitucional, con
las consecuencias nefastas para la vigencia de los derechos humanos (DDHH) en
perjuicio de la sociedad nicaragüense.
Si una persona es detenida
sin orden de captura de autoridad competente, sin haber cometido un delito en
el momento de su captura (flagrante delito) y para remate no la ponen a la
orden de un juez, ni la liberan cumplidas las 48 horas, se viola su DDHH a la
libertad individual, según el artículo 33 constitucional. Eso es abuso de poder.
Si una persona es detenida
legalmente porque es señalada de cometer un delito, por ejemplo, en el
territorio de Jinotega o el Caribe nicaragüense, y la trasladan al Chipote en
Managua. Eso es abuso de poder, aunque los verdugos acomoden la ley a cómo les
ronca, pues el juez que debe conocer para juzgar y sancionar es el del
territorio donde se cometió el delito.
Si una persona, como muchas
acá en Nicaragua tiene a su favor una orden judicial de libertad sea porque
cumplió la pena totalmente o por un beneficio legal y no sale en libertad
porque los sistemas penitenciarios y Gobernación no lo permiten, se viola su
derecho humano a la libertad individual y lo establecido en los artículos 33
y 167 constitucional… Ah y para variar debe agradecer su libertad a sus verdugos.
Eso es abuso de poder.
Si una persona tiene
retenido un bien, sea una casa, finca o vehículo y teniendo a su favor una orden judicial
para que se los devuelvan y pasa meses boleado por las autoridades sin
recuperarlos, eso es abuso de poder, en violación a su derecho de propiedad,
además de ser un robo descarado, porque los vehículos y casas los disfrutan
agentes del Estado que no los han comprado.
Si una persona es víctima de
un delito y no se aclara ni por la policía ni por la fiscalía, y éstos más bien
lo bolean, esos “operadores de justicia” abusan del poder y violan el derecho a
la verdad y a la justicia, que son DDHH.
Cuando un policía, militar o
un allegado de éstos matan y nunca los capturan, es porque estamos en un estado
generalizado de impunidad de los abusadores del poder, con lo cual también se
niega el derecho a la verdad y a la justicia.
Cuando desde la Presidencia
se nos impone determinada creencia religiosa y se manipulan los sentimientos y
creencias de todo un pueblo, eso viola lo establecido por la Constitución en el
sentido de que el Estado no tiene religión oficial y es abuso de poder.
Cuando se gasta el dinero de
todo el pueblo, para sembrar unos gigantes metales que no dan frutas ni sombra,
eso es abuso de poder y es el extremo del derroche y la soberbia de un reducido
grupo.
Cuando en el país, la gente
vota pero no elige y en la presidencia tenemos a una familia impuesta mediante
una reelección fraudulenta, eso es abuso de poder y además continuismo,
dinastía y dictadura.
Cuando se realizan desalojos
sin orden o cuando vemos a la Policía haciéndolos sólo contra seleccionados
casos, por “órdenes del Presidente”, eso es abuso de poder en violación a los
derechos humanos de igualdad ante la ley, seguridad jurídica y derecho a la propiedad.
Cuando a una persona o un
grupo de personas se le impide realizar una concentración o movilización,
mientras la misma policía que no la permite, alegando falta de permiso, simultáneamente aparece junto a grupos de
enmascarados que atacan a los primeros, estamos frente un abuso de poder en
violación a los derechos humanos de manifestación y expresión, artículos 54
constitucional.
Cuando a la gente humilde de
nuestro pueblo, la someten al modelo que ha convertido los derechos en favores,
para agradecer a sus verdugos del “buen gobierno” sostenido con el dinero de
todos y todas… Esa gente es víctima de abuso de poder, porque los DDHH no se
agradecen, se exigen y son obligaciones del Estado.
Cuando los funcionarios
públicos no rinden cuenta a la sociedad sobre el cumplimiento de sus funciones
y en particular sobre el uso del dinero de todo el país… Eso es abuso de poder,
falta de transparencia y corrupción en perjuicio de los bienes nuestros.
Entonces, es fácil comprender
por qué las cárceles están llenas de delincuencia común a donde no llevan a los
que nos asaltan sin metralletas y nos roban millones, acumulando una riqueza
que supera a la dinastía somocista.
El hecho de que no hayan policías ni
fiscales, ni contralores, ni ningún agente del Estado que investigue a los
Roberto Rivas… Eso es abuso de poder y viola los DDHH de toda la población nicaragüense,
empobrecida por esos asaltantes.
Cuando en nombre de la
seguridad, se inventan cuentos como el muro de contención, que en esencia es
para la represión de la inmigración. Eso es abuso de poder y viola los DDHH de
la población migrante que es sujeta de derechos y no personas ilegales.
Facilísimo es caer a la
cuenta cómo tratan de maniobrar para enredarnos en el caso de masacre de la
Cruz de Río Grande, sin que hayan podido darnos atol con el dedo, quedando en
evidencia que policías y militares han asesinado a niños, en la ciudad y en la
montaña.
Eso son los abusadores del
poder con el agravante de que en nombre de nuestra seguridad cometen crímenes
de Estado y además pretenden que callemos ante semejante violación al derecho a
la vida, a la verdad y la justicia.
Dicen que los derechos de la
sociedad, es decir los DDHH de la gente son el límite al poder o a los
abusadores del poder. Entonces…
...Como siempre, de todas y todos depende hasta dónde los dejaremos llegar, porque en definitiva no nos merecemos vivir sometidos
bajo ese modelo basado en el abuso de poder, en el miedo, sin libertad y en dictadura.