La Impunidad tiene a la Justicia sin pies ni cabeza
En cualquier país donde funciona
la institucionalidad, el Estado de Derecho y no de desecho como en Nicaragua,
un hecho públicamente denunciado que constituye violación al orden
constitucional y a los derechos humanos, es investigado por órganos competentes
e independientes con la finalidad de esclarecerlo y establecer las
responsabilidades, lo contrario es impunidad. Es crimen sin conocimiento de la
verdad. Exactamente ese es el panorama de la Nicaragua Nicaraguita.
El viernes recién pasado, el
periodista Carlos Fernando Chamorro Director de la Revista Confidencial,
presentó en el CENIDH una denuncia pública sobre espionaje y acoso realizado
por agentes del Estado (militares) y por activistas del partido de gobierno en
perjuicio de la labor periodística que realiza el colectivo de trabajadores de
dicho medio.
Un par de años antes, otros militares
habían hecho lo propio con el periodista Ismael López del mismo medio de
comunicación. La respuesta del Jefe del Ejército es que no había nada que
investigar porque el Ejército no realiza espionaje político. Son varios los
hechos de intimidación contra personal de Confidencial, en general la respuesta
ha sido la descalificación o el silencio, o sea no se pueden investigar a sí
mismo.
El periodismo investigativo, que
busca la información que esconden los agentes del Estado, es blanco de ataque
por los operadores políticos del régimen familiar, para lo cual usan y abusan
del poder arrasando con las prohibiciones constitucionales de respetar nuestros
derechos humanos, entre ellos el derecho fundamental de informar y ser
informados.
En ese sentido, es pertinente recordar que la periodista Elizabeth Romero, del Diario La Prensa, hace dos años presentó denuncia sobre ataques de allegados al régimen, cuyo proposito era vincularla a grupos de alzados en armas, exponiendola a la animadversión pública y social. Lo obvio: No aclarar nada o la descalificación.
La impunidad campea en nuestro país y es un mal nefasto de larga data, con renovación e intensidad según quien gobierna y cómo gobierna. En los últimos años la conocemos como carta de presentación de los abusadores del poder público o privado. Dime qué poder tienes (político o económico) y te diré cómo te aplico la ley, esa es su lógica. Los ejemplos abundan, enunciaremos algunos para que no olvidemos y con la idea mínima de hacer uso del poder de la palabra.
Sin pies ni cabeza
Resulta que el mismo viernes, en
reacción a lo expuesto por Carlos Fernando, el Ejército de Nicaragua se limitó
a decir que la denuncia de Confidencial no tiene ni pies ni cabeza, sin abordar
el contenido de fondo de los graves hechos que implican a los militares
haciendo de las suyas con su “trabajo de inteligencia” cuyo propósito es
acosar, intimidar para neutralizar al medio de comunicación y de paso a la
sociedad que se informa y expresa a través de Confidencial, Esta Noche y Esta
Semana.
Podemos observar que en esta
ocasión el Ejército no se refirió a los hechos, sino que se concentró en
descalificarlos para no investigarlos. Es obvio suponer que ninguna institución
estatal lo hará. En ese sentido, corresponde (debería…) hacerlo la Policía Nacional
o el Ministerio Público, pero al comienzo del presente escrito señalé que ese
es el caso donde existe institucionalidad, pero estamos en Nicaragua donde la
misma está en manos y bajo absoluto control de los que ordenan la persecución.
Sin pies ni cabeza tienen a nuestra justicia. Así la tienen:
Arrinconada y anulada en una cantidad de hechos criminales que permanecen en
completa impunidad. Se acuerdan del bombazo de Pantasma… Fue en enero del año
pasado, un operativo militar de “aniquilamiento” mató a varias personas, fue
tal la potente explosión que los cuerpos quedaron desmembrados.
El CENIDH presentó un informe que
recoge testimonios de la comunidad donde fue el atentado, cuyas versiones
identifican como ejecutores del operativo a militares. ¿Qué dijo el Ejército al saber
del Informe del CENIDH? Que esta institución no era competente para el
esclarecimiento del crimen y que las autoridades que sí lo son, presentarían
los resultados oficiales de una investigación seria… Saben qué?…
…Estamos esperando dichos
resultados. Ni el Ejército y en particular ni la Policía (competente para
esclarecerlo) han dicho una oración sobre dicha operación. Corrieron a
descalificar la labor del CENIDH y eso fue todo, quedaron sin argumentos y
certificaron con los hechos criminales y su silencio posterior que a la
justicia la tienen sin pies ni cabeza.
¿Se acuerdan de Ocupa INSS…? La
Policía dejó que las fuerzas de choque impusieran terror contra los ancianos y
jóvenes la madrugada del 22 de junio de hace tres años. Después a los llamados
operadores de justicia (Policía y Fiscalía) se les complicó el caso y
declararon que es complejo (muy difícil de esclarecer). Aun no encuentran los
carros, motos, carteras, computadoras, tabletas y celulares robados.
Es entendible que le sea complejo
aclarar ese crimen porque de hacerlo se echarían presos a sí mismo, pues el
asalto fue en las narices de los policías que tenían órdenes de no actuar. Obviamente
ese caso no tiene ni pies ni cabeza para una policía y fiscalía, dado que es
imposible hacer justicia poniendo en la cárcel a sus propios compañeros.
En noviembre de 2012, un grupo de
mujeres fueron abusadas por agentes de la PN de Nueva Guinea, en el contexto de
la denuncia de elecciones municipales fraudulentas y del despojo de la elección
de alcalde de la localidad. Al más alto nivel se ofreció que una comisión
investigadora presentaría informe sobre dichos hechos… Estamos esperando.
En septiembre del año pasado, en
hechos de violencia fueron privados de la vida en Waspám y Bilwi, un líder
indígena y un militante de la JS19J, ya cumplieron un año y no se conocen
resultados de la investigación de “las autoridades competentes” que nos exhiba la verdad y se haga justicia de verdad.
En el tema relacionado al derecho
a la verdad y a la justicia, señalo otros ejemplos de cómo a la justicia la
tienen sin pies ni cabeza. Es el poder de la impunidad o mejor dicho la
impunidad del poder.
Las debidas diligencias de
investigación, característica de instituciones competentes, imparciales y
creíbles, es una frase hermosa reducida a un ideal lejano de alcanzar gracias a
los impunes de esta Nicaragua real.
En conclusión, es fácil
comprender las declaraciones del alto mando militar sobre que la denuncia de
Carlos Fernando no tiene pies ni cabeza. Es la descalificación de quienes
tienen rato de estar abusando del poder y son protagonista del estado
deprimente de la justicia nicaragüense.
Para mayor información recomiendo publicación del CENIDH sobre Impunidad de las Violaciones a los Derechos Civiles y Políticos en Nicaragua (2007-2013).
Para mayor información recomiendo publicación del CENIDH sobre Impunidad de las Violaciones a los Derechos Civiles y Políticos en Nicaragua (2007-2013).
!Derecho que no se defiende es derecho que se pierde!
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