lunes, 30 de octubre de 2017

30 de octubre: 30 años de la Ley de Autonomía del Caribe Nicaragüense 

Ordenamiento jurídico y realidad

El avance en materia jurídica sobre la Autonomía en la Costa Caribe Nicaragüense, en los 30 años transcurridos es evidente, la distancia entre las normas y realidad… También. La propia Constitución Política de Nicaragua le dedica amplios contenidos que reconocen la existencia jurídica de la autonomía.

Si juntamos la Carta Magna con los instrumentos internacionales sobre los derechos de los pueblos indígenas y las leyes nacionales como la propia Ley de Autonomía, así como Ley 445, Ley del Régimen de Propiedad Comunal… y las sentencias condenatorias de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, podemos inferir que contamos con un régimen jurídico para el Caribe nicaragüense de lujo. 

Es más, podría afirmar que la sociedad nicaragüense cuenta con una Constitución cuya carta de derechos es bastante buena. Ahora bien, podemos tener un almacén de leyes estupendas y suscrito todos los instrumentos internacionales, y a la vez padecer de graves violaciones a los derechos humanos, diría es el caso para los nicaragüenses en general y en particular no creo que la estén pasando mejor los caribeños.

En ese sentido, podemos sacar pecho a nivel mundial de que somos de los pocos países con un régimen jurídico excelente que reconoce derechos humanos y autonomía para su población indígena y afro descendiente. Esa característica podría reducirse a un simple orgullo declarativo y no representa en sí misma una profunda identidad entre norma y realidad.

Los procesos autonómicos entonces no están determinados exclusivamente por la existencia de leyes, el orden jurídico no lo es todo. Porque son incontables las leyes reducidas a eso, letras con mandatos incumplidos. Para no ir muy lejos, del listado de derechos establecidos en la Constitución… Cuántos de ellos se cumplen o violentan todos los días? Una ley reciente, la Ley 779, ni siquiera había cumplido 2 años cuando el poder  la reformó de hecho y lo que es peor, a las mujeres y niñas no las han dejado de matar.

Compartir y ejercer poder

Es importante tener presente que los procesos de autonomía, si son de verdad implican unos alcances que en la práctica sería democratizar el poder. En el caso concreto, cuando hablamos del Caribe y del poder nos referimos a lo político, económico, social y cultural, sin esos alcances todo es letra muerta.

Hablar de autonomía del Caribe es decir riqueza concentrada y explotada no necesariamente a favor de sus habitantes. Autonomía en estos 30 años es decir en pocas palabras de la guerra a la paz, con mucha sangre derramada.

Acaso el poder central dominado por una familia se identifica con la idea de compartir y descentralizar el poder…? El FSLN, que hace 30 años no era el mismo de ahora, fue y es uno de los principales protagonistas concentrado en Managua que ha gravitado en lo bueno y lo malo de la autonomía.

El actual régimen tiene por costumbre decidir y manejar el poder de manera absoluta y desde Managua, por lo cual gobiernos locales o regionales no hacen sintonía, con el espíritu de la autonomía.

El partido gobernante y dominante, dará y quitará “autonomía” según sea su interés y riesgo. No hay dudas que desde 1990 hasta la fecha, el que mejor se la ha ingeniado con el tema de la autonomía es el FSLN, por algo se mantiene controlando todos los poderes, los de arriba y los de abajo.

Solo una anotación más, las leyes pueden estar bien escritas y sin dudas sobre la autonomía, pero sin poder real de la sociedad, sin que los caribeños se identifiquen y apropien de lo que está en ellas, si no la viven a plenitud como pez y agua, solo tendremos inigualables normas y un abismo con la realidad.


En todo caso, celebro los 30 años de un proceso de autonomía que tiene mucho por hacer y crecer. El desafío es grande, eso sí no es posible desarrollar la Autonomía con toda su intensidad si no contamos con una sociedad en libertad.

viernes, 13 de octubre de 2017



Cataluña y la unidad del Estado español

La represión exhibida por las fuerzas del orden español para frustrar la realización del referéndum de Cataluña, realizado el pasado domingo 1 de octubre, contrario a la voluntad y objetivo del poder central y unitario, alimentó la decisión de acudir a las urnas. Aunque éstas carecían del reconocimiento del orden jurídico de España, la brutalidad policial para impedir la votación contribuyó a alejar, más que a persuadir.

Los promotores de la independencia de Cataluña son tachados de separatistas y de no contar con la legalidad. En ese sentido, los deseos de mantener a una España en unidad se enfrentan a una compleja realidad que implica la pretensión de independencia y la forma de cómo tratan de sofocarla.

A la ilegalidad del referéndum se impuso la legalidad de la represión y a qué costos… Consecuencias negativas de una crisis política cuyo horizonte no se ve despejado. Una acción considerada legal no siempre es legítima, es el caso del operativo policial con desproporcionado uso de la fuerza, violatorio de derechos humanos de centenares de catalanes reprimidos porque querían ejercer el voto.

En el otro extremo, lo considerado ilegal como el referéndum no es sinónimo de ilegítimo, por eso es que el caso de los catalanes y la España unitaria es un problema que no se encasilla en lo legal, por ende la solución no vendrá si prevalece la represión.

Ejercer el voto como expresión de decisión, no se simplifica con el argumento y cuestionamiento de su ilegalidad. El Gobierno central se hizo sentir e impuso su razón de Estado con represión. El Presidente español Mariano Rajoy declaró en medio de la represión que no hubo referéndum y a la actuación estatal de palo limpio, la consideró una opción del Estado de Derecho. 
 
No hay que ser analista para suponer que el conflicto se agravará, como en efecto está en desarrollo. El Gobierno central, que con costo se formó después de varios intentos de coalición, enfrenta quizá una de las peores crisis de la España contemporánea. 

En la historia de la humanidad, los Estados se han configurado mediante la conquista de la violencia, así se hicieron grandes mientras otros se redujeron, nuestra América lo certifica y modernamente la misma Europa y otras regiones tienen países con divisiones y desprendimientos territoriales. 

Sean por razones geopolíticas, económicas y culturales, las demandas de independencia se respaldan o rechazan de acuerdo a una diversidad de intereses, entre ellos la unidad indisoluble de los estados, en los peores casos han terminado despedazados.

Ayer 12 de octubre se celebró el día de hispanidad, en el continente también existen voces que reclaman por aquellos tiempos de ingratos recuerdos de una conquista y expansión colonial de esa España que ahora enfrenta el desafío de conservar su unidad territorial sin imponer a los catalanes lo que en su tiempo sintieron nuestros antepasados.

En fin, la madre patria se la juega con sus propios hijos.

domingo, 8 de octubre de 2017

Vulnerabilidad, solidaridad y responsabilidad


 Inundaciones en Nandaime- La Prensa/J. Silva

Con los recientes aguaceros, sin el nivel de huracanes, nuestra vulnerabilidad de país quedó al descubierto, qué frágil e indefensos somos… La furia devastadora de la combinación de los fenómenos climáticos, evidencian también desafíos para nuestra sociedad y el Estado.

Los impactos y consecuencias que sufren directamente miles de habitantes de nuestro país, se cuentan con vidas humanas perdidas (hasta ahora 16) y destrucción de sus bienes materiales, además de los bienes comunitarios y la infraestructura en carreteras y otros.

Según las noticias Rivas (Sur de Nicaragua) es uno de los departamentos más golpeados, pero las imágenes de comunidades, barrios y carreteras inundadas con ríos desbordados son casi la mitad o más de nuestro país (153 municipios tiene Nicaragua). Para los municipios que tienen décadas de estar entre los más pobres, el daño no puede ser peor.

En razón del actual estado de necesidad, surgen diversas expresiones de cariño y solidaridad, aunque ésta palabra ha estado sometida al monopolio del poder. Con mi esposa e hijas, ayer sábado nos presentamos a la Cruz Roja de Belmonte en Managua donde decenas de personas desarrollan un voluntariado recibiendo y acopiando las donaciones.

Con entusiasmo nos recibieron y explicaron que hoy domingo llevan el primer gesto solidario y humanitario a los rivenses mientras las filiales hacen lo propio con los damnificados locales. En el centro de acopio está una lista de necesidades, de urgencias.

Con mi familia llevamos agua embotellada, es la necesidad y urgencia que aparece de primero en dicha lista, dado que hay serios problemas para el consumo del vital líquido por la devastación.

Entonces, estamos en tiempo de mucha calamidad, ante la cual urge responder con solidaridad. No creo que el régimen repita los atropellos que le han caracterizado en los últimos 10 años de ser ellos quienes centralicen y canalicen los sentimientos y expresiones sociales, puesto que el amor y el cariño no admiten embotellamiento estatal. Hacerlo otra vez, caerían requetemal.

Eso sí, a la solidaridad no podemos dejarla sola, es tiempo de AHORA o NUNCA de asumir con mayor responsabilidad los mensajes de tanta destrucción, en buena medida son señales de devolución de lo que estamos haciendo.

En casi 14 años de habitar donde vivo con mi familia, por primera vez hubo crecida del nivel del agua e inundaciones a mis vecinos, es lo que pasó también en Centros comerciales, un hospital recién estrenado, calles y avenidas, carros atrapados, son muchos los lugares impactados directamente y por primera vez, quizá muchos dirían que tenían una construcción segura y que eso no les pasaría. A los mejores arquitectos e ingenieros se les inundaron sus obras.

Oyendo y leyendo las opiniones de los que saben y viéndola venir de cerca, los desastres se deducen de una combinación de factores que van de lo grande (cambio climático) hasta nuestro nivel y conducta frente al planeta y entorno que habitamos.

Hay diferentes niveles de responsabilidad, nuestra actitud individual, comunitaria y estatal están sometida a prueba. Managua y sus desagües taqueados, causes rebasados, se veía reducida y superada por tanta agua en tan corto tiempo.

La basura que no ponemos en su lugar, creo que afecta y es factor y actitud negativa que nos hace ganador de cochinos. No obstante, no hay que ser expertos para considerar que esa irresponsabilidad social no es la determinante de las inundaciones, pues ésta se combina con la venida de corrientes de agua más violentas.

Es obvio que la multiplicación de la población y de las ciudades, trae aparejado la destrucción de nuestro entorno. Por ende no es justo pasar cuentas  centrados en el tema de la basura. Los depredadores de nuestros bosques con un Estado cómplice tienen mucha responsabilidad. 



 La Prensa/J. Flores

El tratamiento estatal a esta grave problemática ha sido incoherente y en violación a los derechos humanos fundamentales de la población en particular a la gente más vulnerable. Vale destacar que los actuales aguaceros se llevan en el saco a moros y cristianos, a palmados y a los de billetes.

Total aquí y allá, estamos en un ahora o nunca. Solidaridad y responsabilidad es urgente y con un Estado que no sólo exhiba su poder para abusar de los derechos sino para gobernar con visión de largo plazo. En ese sentido, tienen que poner en la balanza los intereses económicos de un reducido grupo y los de la mayoría de la población que carece de protección.

A propósito, en medio del desastre no cesan en su propaganda partidaria, no respetan el dolor de la gente humilde, a quienes con el agua hasta el cuello les repiten el mensaje de que actúan por orientación del comandante y la compañera. Una pareja a quienes casi nadie los ve en persona y que proyectan como Dioses, salvadores de sus desgracias.

Huracán... No hermanito, si así fuera que nos agarre confesados.


En todo caso, la solidaridad es patrimonio de la humanidad.