2016: Perspectivas para el goce de nuestros
derechos
Si por la víspera se saca el día, podemos
imaginarnos escenarios y perspectivas para el 2016 que comienza, desde un
enfoque de Derechos Humanos. Como me decía un cuñado que nos dejó hace tres
años: Y qué asunto no es Derechos Humanos...? Pues bien, 2015 nos dejó el
resurgimiento de la protesta social, con nuevos actores y nuevas caras con
mucha vitalidad, sobre todo con mucha dignidad, como la de Doña Francisca
Ramírez con miles de campesinos y campesinas movilizados en defensa de sus
tierras, el lago y la soberanía, con su demanda legítima para que sea derogada
la nefasta ley 840.
Otras expresiones de lucha social fueron la
resistencia cívica, firme y digna de los defensores del ambiente y su comunidad
en Rancho Grande, quienes por su lucha impidieron, por ahora, ser arrasados por
la política de explotación minera extractiva, con toda y la miseria que la
gente ha sufrido. El testimonio de centenares pobladores de esas comunidades nos enseña lecciones de organización auténtica y de que no todo está perdido. Para alcanzar esos resultados sufrieron todo tipo de presión y represión, pues los derechos no vienen como caja de regalo.
Por supuesto la lucha de los pobladores y
trabajadores de mina El Limón con una extraordinaria resistencia al extremo de
que la policía sitió el poblado para rendirlos y desistieran de sus legítimas
demandas. Por el valor e impacto de esa lucha, Daniel Ortega ordenó, sin tener facultad constitucional, la
libertad de todos los que estaban ilegalmente detenidos en las cárceles
destinadas para la tortura (el chipote), de donde salieron sentenciados con
volver al encierro en caso de que denunciaran los atropellos. A ello obedeció el agradecimiento para el mismo
que hizo de verdugo y de gran benefactor.
También sufrieron cárcel los que demandan indemnización
afectados con IRC entre ellos la única mujer Mariela Mendoza cuya madre María
Peña, se movilizó y denunció permanentemente los abusos del régimen contra los
chichigalpinos presos. En fin, merecen nuestro reconocimiento esas expresiones
de dignidad como la que nos ofrecieron centenares de mujeres de mina El Limón
que mantuvieron la resistencia en tiempos que los hombres huían de la cacería
gubernamental a cargo de la policía política.
El año 2015 fue de malas señales para los DDHH
con atentados contra la vida, como el denominado Bombazo en Pantasma, en el
primer mes del año, sin esclarecimiento oficial pero popularmente comentado que
se trató de una operación militar dirigida a eliminar a un pequeño grupo de
armados.
Otra dos masacres evidencian la gravedad del pasado año: La de las
Jagüitas donde una tropa especial de policías acabó con la vida de tres
inocentes, dos niños y una joven, hermana e hijos de Yelka Ramírez mujer que en
medio del dolor, con valentía y sin descanso enfrentó su duelo exigiendo
justicia, denunciando la burla de que fue víctima su familia. Una masacre tratada
con guantes de seda que los operadores de justicia usan para un tipo de
criminal, atenuando la gravedad de los hechos.
La otra masacre fue la que acabó con la vida de
cinco policías en Punta Gorda, entre ellos tres voluntarios sin la adecuada preparación para
enfrentar las exigencias de una actividad criminal que por sus resultados demostró
ser superior. Obviamente de eso no se habla y por eso es que de ambas masacres no
supimos toda la verdad, además del trato diferenciado, privilegiado e
inconstitucional para los acusados y condenados.
En materia de justicia e institucionalidad
destacan los abusos policiales, denunciados permanentemente en las
organizaciones defensoras de DDHH, con su ya cotidiana práctica de
cárcel ilegal, prolongada y bajo tortura, con unos jueces que convalidan los
abusos “legalizando” lo que la constitución prohíbe, con todo y su atrofia; al
extremo de jueces que se declaran enfermos sin estarlo y solo firman lo que les
ordenan, con Recursos de Exhibición Personal ineficaces, cuyos jueces de
ejecución ni los dejan entrar a las cárceles, quedando más en ruina la
institucionalidad.
Como el régimen ve posibilidades de riesgos
para su poder absolutamente concentrado en la pareja, aumentó la represión en
la proporción de los síntomas de rebelión. Como si fuera poco aprobó otra
nefasta ley, la de Seguridad Soberana, de la que hablé en el tema anterior y
que redunda en aumentar el poder para el control social y sus consecuencias
para los derechos humanos.
Al inicio me referí a la víspera, este año según
calendario toca votar, pero en el sistema electoral que hemos aguantado desde
hace rato, ya no se elige. No obstante, los aspirantes a sustituir al estado de
cosas, se están animando por la ola de cambios en nuestro continente y se puede
presumir que en materia del derecho político a elegir y ser electo, la lucha se
podría tornar más movida, ojalá que así sea y sin violencia.
¿Permitirá el régimen elecciones libres
universales y transparentes? ¿Se arriesgará a hacerlas limpias a sabiendas de los resultados negativos para los hermanos bolivarianos de Venezuela? ¿Los partidos se constituirán en una real opción
que nos encamine hacia un escenario de libertad sin restituir los viejos males,
incluidos los cometidos por los actuales gobernantes?. ¿O nos impondrán la sopa
de siglas de partidos al servicio del sistema de favores que acostumbra el
orteguismo.?
Los escenarios pueden variar y creo que puede
ser una oportunidad para el fortalecimiento de la ciudadanía individual y
colectiva que redunde en una saludable movilización que no reedite “más de lo
mismo”. Nuestra dignidad debe incluir tener un gobierno honrado cuyos
inquilinos no se conviertan en los
nuevos ricos contra un pueblo empobrecido que clama por derechos y que éstos
dejen de ser manipulados como favores.
Carlos Fonseca Amador, máximo dirigente del
FSLN, caído en noviembre de 1976, en uno de sus pensamientos difundidos dijo: …No se trata de
un simple cambio de hombres en el poder, sino de sistema la victoria de las
clases explotadas y la derrota de las clases explotadoras… Obviamente quedó lejos ese ideal, porque ahora se trata de un sistema
dominante que habla bastante en nombre de los pobres pero con una alianza
estratégica entre la vieja y nueva oligarquía, entre viejos y nuevos ricos,
para los cuales todo va muy bien y nada que cambiar.
Las elecciones por sí misma no lo van a cambiar todo, pero es el comienzo, mal haríamos creer que los que están arriba se irán fácil, es más tengamos presente que en estos 10 años han acumulado un poder político y económico que trasciende al acto electoral, por eso es que se han estado prepeando, para no pegar carreras y repetir lo que ocasionó la derrota del 90 y para no pasar por los apuros y angustias que ahora viven en Venezuela.
Nuestro desafío es ejercer una ciudadanía que
no siga indiferente frente el abuso, el robo, la corrupción, la injusticia que
ahora nos desgobierna sin rendición de cuentas y con absoluta impunidad. Nicaragua
y su pueblo no merecen un gobierno que confunde los asuntos públicos con los
intereses privados y familiares.
No debemos tolerar como normal que el
presupuesto, la cooperación y los bienes del país sean administrados como
hacienda personal. No debemos seguir tolerando que la constitución y las leyes
sean manoseadas al antojo de los que gobiernan en nombre de nosotros y nosotras.
La candidatura que nos resuelva esos dilemas y
desafíos tiene por anticipado mi voto... Ah en ciudadanía activa por supuesto,
que no agarren vara.
Gracias Gonzalo una y mil veces mas por este analisis retrospectivo de lo que fue la lucha de los mas desprotegidos en el 2015, la indignacion de los que nadie escucha por que no tienen un apellido "importante" y sobre todo, gracias por el reconocimiento a las mujeres valientes de Nicaragua que se aguantan el miedo, porque para ells es mas importante reconquistar sus derechos y una vida digna sin atropellos ni injusticias que el miedo a ser perseguidas o encarceladas. Con tremendo ejemplo tal vez como decis, "no todo esta perdido". Le vamos a pedir a Dios que nos heche una mano por que esta lucha para el 2016 se vislumbra muy fuerte.
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