La profesora Nila Mar,
la solidaridad y la criminalización de la migración
El recién pasado 07 de agosto, publiqué como tema de reflexión y opinión sobre el muro de contención contra la inmigración impuesto por la dinastía Ortega Murillo en Nicaragua, a los miles de migrantes de diferentes nacionalidades que transitan por varios países de nuestro continente rumbo a su destino: Los Estados Unidos. Familias enteras viajan enfrentando y superando todo tipo de riesgo, tal si fueran campos minados en los que varias vidas se han quedado en los caminos.
Desde noviembre del año pasado hemos conocido sobre una nueva e inmensa ola de migración compuesta por cubanos, haitianos, africanos y de otras nacionalidades. No nos debe importar la nacionalidad y si acaso le damos un valor a las mismas debería ser para expresar nuestros sentimientos, cariño y solidaridad al saber incluso, que vienen desde el otro lado del charco expulsados de donde nacieron, sea por hambre, guerras, terremotos o persecución política.
Cuando digo que la nacionalidad no debe importarnos es porque nuestros derechos son universales y no debe hacerse distinción que redunde en discriminación sea por raza, nacionalidad u otras razones. La condición humana de todas esas personas es la que debe motivar nuestra atención, la del Estado y la sociedad. En consecuencia e independientemente que sean documentados o indocumentados, debe prevalecer el trato y protección estatal de acuerdo a la dignidad humana de todos y todas.
Ya conocemos que la mayoría de los estados y gobiernos por donde vienen los migrantes, han demostrado un trato menos hostil que el exhibido por el gobierno socialista, cristiano y solidario nicaragüense. No se conoce que Costa Rica y Panamá, por ejemplo, hayan constituido muros de contención contra la inmigración.
Nicaragua sí, y lo hace en nuestro nombre y alegando
conceptos como la seguridad soberana, lucha contra el crimen organizado, etc.,
que no caben aplicarlos a los migrantes por cuanto éstos no representan peligro
para nuestra integridad territorial de la que solo demanda el tránsito en su
dolorosa marcha.
El fortalecimiento de los puestos fronterizos de
Nicaragua, es decir la militarización de los puntos de ingresos tiene su más
nociva expresión en la represión y criminalización de la migración, actuando
con oídos sordos y una demostración de insensibilidad frente a una verdadera
tragedia humana, con miles de historias de dolor y horror.
Si las fronteras se cierran por los estados, los
migrantes buscarán alternativas para continuar su marcha indetenible, con o sin
coyotes, con o sin delincuentes que trafican con su necesidad y multiplican sus
tragedias, con violaciones, asaltos y asesinatos.
Por eso no es casual que por el territorio y aguas del sur de Nicaragua aparezcan migrantes atravesando y superando el muro de contención. Así se explica el surgimiento de expresiones sociales que les están proveyendo asistencia humanitaria y solidaria, el cariño que es propio de los nicaragüenses y que por si tenemos dudas, está escrito en la constitución acomodada al gusto y antojo de la nueva dinastía. Pero, también se está criminalizando la solidaridad de quienes no dan la espalda a esos seres humanos.
La profesora Nila Mar Alemán es la primera encarcelada de la presente oleada de migrantes. Diversas voces, no pocas intimidadas por las llaves de los carceleros, señalan que la Sra. Alemán se identificó con la triste realidad de los migrantes, específicamente al ver a Neohamo Zephirin con su bebé, una niña de 10 meses con problemas pulmonares.
La comunidad movilizada demanda su libertad y que se abran las fronteras para que los migrantes sigan su rumbo al norte, aunque éste es incierto y mucho más complicado por el corazón de acero expresado en las fronteras militarizadas de nuestro país.
La acusación en su contra representa la mano dura de
ese muro de contención, el mensaje es: Quien ayude a los extranjeros es
delincuente, traficante de personas, en el fondo: Quien se oponga a nosotros va
preso, y más duro serán con los que militen en el partido de gobierno (de la
pareja de El Carmen), pues la idea es que no haya un solo síntoma de rebelión. Aunque
no se conoce que hayan capturado a la red que elabora las cédulas de identidad
como la que supuestamente portaba una inmigrante.
Cabe señalar que la acusación y proceso impulsado
contra la profesora Nila, al estar radicado en Ocotal, demuestra un abuso de
poder, porque la sustrae de su jurisdicción correspondiente. ¿Se acuerdan de la
masacre del 19 de julio de hace 2 años…? El juicio lo hicieron en Managua,
aunque el crimen fue en Matagalpa. ¿Qué alegaron los operadores de justicia
para justificar la sustracción del caso...? Que el delito se comenzó a
planificar en el departamento de Managua.
En el caso de la profesora, si fuera cierto que ella
está implicada en el delito que se le acusa… los migrantes que trasladaba, van
con ella a partir de Rivas, ¿no es ahí donde se comienza el delito mismo…? Es
la señora arbitraria y el señor de los abusos, una vez más en acción.
Obviamente, no les conviene políticamente enjuiciarla
en Rivas, precisamente porque le temen a la posibilidad de la solidaridad de la
gente de allá. Para eso tienen poder total sobre todos los llamados operadores
de justicia que son realmente operadores políticos que acomodan la legalidad al
antojo de la dictadura. Además, agregan aislamiento, mayor sufrimiento, si no
es que la tienen encerrada en el centro de tortura (El Chipote)…
Eso no es todo, para el golpe publicitario y de
imagen, a fin de descalificar a la profesora que cuenta con mucha barra (apoyo
popular) en su comunidad, presentaron dinero ocupado, entre otros: Un billete
de U$ 20.00, uno de U$1.00, uno de a cien córdobas y sumada ambas monedas no
llegan ni a un mil córdobas (menos de U$ 40.00), lo que nos hace pensar y
preguntar: ¿Por esa miserable cantidad de dinero traficaba a esos migrantes? O hay
mucho más dinero ocupado a la profesora…?
Si la profesora Nila Mar, se sensibilizó tanto con esa
familia de migrantes a tal punto de poner sus propios recursos (los maestros
gozan de un salario y jubilación precaria) y llevarlos en un bus de pasajeros desde Rivas,
como lo dice la Policía, en definitiva se arriesgó muchísimo y quizá esto
último la ponga en duda ante una opinión pública que, a pesar de vivir en un
gobierno cristiano, solidario y socialista, padece de una epidemia llamada
mieditis aguda, que la mantiene paralizada. Por eso, la implacable respuesta
del régimen contra la profesora Nila Mar porque su ejemplo opera contra la
voluntad y la razón del Estado de Desecho.
Mientras a esos miles de migrantes que tienen el derecho
humano a circular y migrar en busca del sueño de su derecho a vivir mejor, se
les criminaliza y reprime tal como si constituyen un verdadero peligro de
Estado, a unos extranjeros investigados por corrupción en sus países, acá en
Nicaragua se les trata con privilegios no establecidos por nuestro ordenamiento
jurídico constitucional y son acogidos con protección estatal, que en el fondo
asegura su evasión e impunidad, violando la Convención Interamericana contra la
Corrupción que más bien obliga al Estado y gobierno de Nicaragua a colaborar
con los otros estados de la región.
Tenemos derecho a vivir en libertad y sin miedo
La migración y la solidaridad son derechos humanos
Los muros de contención y la represión contra la
inmigración son un crimen
¡Derecho que no se defiende en Derecho que se pierde!