Las atacan y
amenazan porque dicen la verdad
La presente va a manera de reconocimiento y
solidaridad para dos mujeres nicaragüenses defensoras de los derechos humanos
en Nicaragua: A Vilma Núñez de Escorcia,
Presidenta del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos CENIDH y a Lottie Cunningham, Presidenta
del Centro Jurídico por la Justicia y Derechos Humanos de la Costa Atlántica de
Nicaragua (Cejudhcan).
Las atacan, las descalifican y amenazan porque
dicen la verdad. Sí, por eso las tienen en la mira y los insultos desde la
impunidad del poder no son de ahorita, son años de sostenidas campañas en su
contra, los autores intelectuales están en la cima del Estado y gobierno, lo
hacen directamente o por enviados que obedecen sus dictados so pena de despidos.
Como no pueden contra la verdad y la palabra que sus
voces representan, recurren a todo tipo de descalificación y métodos, unos lo
hacen abiertamente, otros a la sombra del anonimato, otros en nombre de su
función de periodistas, reducidos a propagandistas. Los conocemos muy bien,
porque muchos de ellos en el pasado reciente fueron víctimas y ahora defienden
a los verdugos de turno.
Bien pudo, con su capacidad e inteligencia, dedicarse
a hacer reales en el litigio o asesorando a los que contratan y pagan los
servicios de los abogados. Ella optó por el Derecho como sinónimo de justicia,
pero no de la que se imparte ahora con jueces y magistrados sometidos a una
familia convertida como una dinastía en el poder.
A propósito de dinero, quienes la atacan con o sin
conocimiento de causa, le cuestionan sobre su salario; como lo dice ella misma
goza de pensión de vejez, cuyo monto por supuesto está muy lejos de lo que pudo
haber acumulado con su propio bufete y mucho más lejos de los ingresos mal
habidos de los enriquecidos del poder que ahora la atacan.
Fue magistrada de apelaciones en León antes del 79, la
primera magistrada vicepresidenta de la Corte Suprema en tiempos de la revolución
en los años 80. Por sus preferencias con las causas sociales no fue extraño su
vinculación con la lucha antisomocista y la pagó con la cárcel sufriendo de las
torturas de esa dictadura ahora reeditada por otros apellidos.
Cuando yo era un niño, viviendo en León mi ciudad
natal, oí su nombre por primera vez, dos de mis hermanas mayores tuvieron
problemas en nuestro barrio (El Laborío) y la Guardia amenazó con echarlas
presas, su defensora dijo a los agentes: Me llevan a mí también, esa abogada
era Vilma Núñez. Esto me lo contaron mis hermanas estando yo en el CENIDH hace
unos años.
La causa de los DDHH, muchos años después me uniría
con esa señora de tanta firmeza y energía. Personalmente la conocí en ocasión
de mi pasantía que para esta fecha inicié hace 25 años, con su enseñanza y
ejemplo aprendí a desarrollar mi labor profesional como otro defensor, yo venía
de ser dirigente estudiantil en la UCA. Con ella pude conocer la práctica y el
compromiso y éste hecho práctica. Con ella aprendí a juntar la ciencia con mi
conciencia (frase última que nos decía con frecuencia el Padre César Jerez).
En el CENIDH aprendí a profundidad, por ejemplo, que
todos los gobiernos de todos los colores son abusadores y que "cuando se
defienden de verdad los derechos humanos frente al poder que los viola, se
corren riesgos" y ella, la Dra. Vilma Núñez de Escorcia, los ha asumido
siempre y de esa calidad de mujer hemos aprendido a ser mejores defensores del
proyecto de vida y de las causas de los excluidos e ignorados por los poderosos
de todos estos tiempos y de todas las calañas.
La atacan porque siempre se ha caracterizado por decir
las cosas con su nombre y lo ha hecho con todos los gobiernos y no ha habido
uno que la considere una amiga, en todos la han descalificado, unos más que
otros y el actual supera de calle a los que le antecedieron.
De cajón y para todo, le señalan ser defensora de
delincuentes, vale decir que en los tres gobiernos liberales se destacó en el
acompañamiento a las protestas sociales que encabezaban sectores afines al
partido que hoy nos desgobierna, con el agravante que los de ahora
deliberadamente fingen demencia y hacen de verdugos sin clemencia.
La presidenta del CENIDH fue destacada realizando
gestiones por la libertad de incontables presos de esos cuyas protestas no eran
con flores y por eso la atacaron desde el poder, acusándola de ser presidenta
de un organismo de DDHH “izquierdoso”. En el gobierno de alemán la acusaron de
ser miembro del Frente Unido Andrés Castro FUAC, ex militares que se rearmaron
a mediados de los 90.
Por supuesto, el actual gobierno no le perdona que en
su calidad de auténtica defensora y Presidenta del CENIDH haya llevado el caso
de Zoilamérica ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos CIDH.
Ahora la atacan porque sigue diciendo la verdad,
porque les dice lo que son, una dictadura familiar que permanece en el poder
producto del fraude y la corrupción, que son violadores de derechos del pueblo
nicaragüense. Ellos recurren a su descalificación, más no han podido hacerla
desistir de lo que comenzó hace 56 años, una lucha por la vida y para toda la
vida.
LottieCunningham
10 de diciembre 2016 Día Internacional de los derechos humanos
En los 80 Lottie fue impactada por las graves
violaciones que sufrieron los indígenas en el contexto de la guerra y su
desplazamiento forzado del Río Coco, es el caso de Navidad Roja, las memorias
de las comunidades miskitas, a cuya identidad pertenece, no lo olvidan, y para
los que fingen no saber de ello, pueden consultar el Informe de la Comisión
Interamericana sobre esas violaciones y especialmente preguntarle a cualquiera
de esos habitantes que fueron protagonistas de esa época de dolor.
Esos hechos no solo son historia, no se olvidan porque
el Estado y gobierno siguen violando los derechos humanos de esos pueblos, y la
organización que dirige la colega Cunnighan se los dice tal como suceden. Por
eso ha estado recibiendo amenazas de muerte, porque dice la verdad sobre cómo
el poder de los nuevos y viejos ricos se apropia de los territorios indígenas.
La atacan porque defiende la autonomía, para que ésta
no sea sólo de papel y materia de propaganda y para la exportación del FSLN,
cuyos simpatizantes la intimidan con sus mensajes de terror en caso de que ella
y Cedhjucan no desistan en su labor de defensoras.
Es víctima de la descalificación y la amenazan porque ella sabe y se los
dice: El Estado y gobierno es el principal responsable de la actual invasión de
tierras y de la generalizada impunidad que prevaleceen los decenas de asesinados.
La Dra. Núñez y Lottie tienen reconocimiento nacional
e internacional como defensoras de los derechos humanos, a las dos las atacan
por su común labor de preferir a las víctimas y decirle la verdad a los que
violan los derechos humanos.
Los ataques, insultos y amenazas contra ambas tienen
también un mensaje común: Sembrar miedo y obligarlas a callar, los impunes del
poder apuestan a que con ellas funcionará la cultura del miedo que busca
mantener a una sociedad silenciada.
Pero, los verdugos que tienen su puesto de mando en El
Carmen, no cuentan con la firmeza de esas voces que dicen lo que otros callan y
que no cesarán en su extraordinaria labor porque no están solas. Las
acompañamos en su lucha y asumimos también los riesgos.
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