viernes, 10 de marzo de 2017



Las atacan y amenazan porque dicen la verdad
 


La presente va a manera de reconocimiento y solidaridad para dos mujeres nicaragüenses defensoras de los derechos humanos en Nicaragua: A Vilma Núñez de Escorcia, Presidenta del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos CENIDH y a Lottie Cunningham, Presidenta del Centro Jurídico por la Justicia y Derechos Humanos de la Costa Atlántica de Nicaragua (Cejudhcan).

Las atacan, las descalifican y amenazan porque dicen la verdad. Sí, por eso las tienen en la mira y los insultos desde la impunidad del poder no son de ahorita, son años de sostenidas campañas en su contra, los autores intelectuales están en la cima del Estado y gobierno, lo hacen directamente o por enviados que obedecen sus dictados so pena de  despidos.

Como no pueden contra la verdad y la palabra que sus voces representan, recurren a todo tipo de descalificación y métodos, unos lo hacen abiertamente, otros a la sombra del anonimato, otros en nombre de su función de periodistas, reducidos a propagandistas. Los conocemos muy bien, porque muchos de ellos en el pasado reciente fueron víctimas y ahora defienden a los verdugos de turno.

La Presidenta del CENIDH

 En la conmemoración del Día Internacional de las mujeres

Vilma Núñez de Escorcia o la Dra. Núñez: 56 años en lucha, toda una vida dedicada al Derecho en particular a los derechos de la gente más desposeída, aunque ella sabe que todas y todos tenemos derecho a todos los derechos. Se trasladó de Acoyapa, Chontales a León para estudiar la carrera de Derecho. No había culminado sus estudios universitarios cuando las calles de la ciudad universitaria conocieron de sus inicios de una larga carrera, la del compromiso, es sobreviviente de la masacre del 23 de julio de 1959.

Bien pudo, con su capacidad e inteligencia, dedicarse a hacer reales en el litigio o asesorando a los que contratan y pagan los servicios de los abogados. Ella optó por el Derecho como sinónimo de justicia, pero no de la que se imparte ahora con jueces y magistrados sometidos a una familia convertida como una dinastía en el poder.

A propósito de dinero, quienes la atacan con o sin conocimiento de causa, le cuestionan sobre su salario; como lo dice ella misma goza de pensión de vejez, cuyo monto por supuesto está muy lejos de lo que pudo haber acumulado con su propio bufete y mucho más lejos de los ingresos mal habidos de los enriquecidos del poder que ahora la atacan.

Fue magistrada de apelaciones en León antes del 79, la primera magistrada vicepresidenta de la Corte Suprema en tiempos de la revolución en los años 80. Por sus preferencias con las causas sociales no fue extraño su vinculación con la lucha antisomocista y la pagó con la cárcel sufriendo de las torturas de esa dictadura ahora reeditada por otros apellidos. 

Cuando yo era un niño, viviendo en León mi ciudad natal, oí su nombre por primera vez, dos de mis hermanas mayores tuvieron problemas en nuestro barrio (El Laborío) y la Guardia amenazó con echarlas presas, su defensora dijo a los agentes: Me llevan a mí también, esa abogada era Vilma Núñez. Esto me lo contaron mis hermanas estando yo en el CENIDH hace unos años. 

La causa de los DDHH, muchos años después me uniría con esa señora de tanta firmeza y energía. Personalmente la conocí en ocasión de mi pasantía que para esta fecha inicié hace 25 años, con su enseñanza y ejemplo aprendí a desarrollar mi labor profesional como otro defensor, yo venía de ser dirigente estudiantil en la UCA. Con ella pude conocer la práctica y el compromiso y éste hecho práctica. Con ella aprendí a juntar la ciencia con mi conciencia (frase última que nos decía con frecuencia el Padre César Jerez).

En el CENIDH aprendí a profundidad, por ejemplo, que todos los gobiernos de todos los colores son abusadores y que "cuando se defienden de verdad los derechos humanos frente al poder que los viola, se corren riesgos" y ella, la Dra. Vilma Núñez de Escorcia, los ha asumido siempre y de esa calidad de mujer hemos aprendido a ser mejores defensores del proyecto de vida y de las causas de los excluidos e ignorados por los poderosos de todos estos tiempos y de todas las calañas. 

La atacan porque siempre se ha caracterizado por decir las cosas con su nombre y lo ha hecho con todos los gobiernos y no ha habido uno que la considere una amiga, en todos la han descalificado, unos más que otros y el actual supera de calle a los que le antecedieron. 

De cajón y para todo, le señalan ser defensora de delincuentes, vale decir que en los tres gobiernos liberales se destacó en el acompañamiento a las protestas sociales que encabezaban sectores afines al partido que hoy nos desgobierna, con el agravante que los de ahora deliberadamente fingen demencia y hacen de verdugos sin clemencia. 

La presidenta del CENIDH fue destacada realizando gestiones por la libertad de incontables presos de esos cuyas protestas no eran con flores y por eso la atacaron desde el poder, acusándola de ser presidenta de un organismo de DDHH “izquierdoso”. En el gobierno de alemán la acusaron de ser miembro del Frente Unido Andrés Castro FUAC, ex militares que se rearmaron a mediados de los 90.

Por supuesto, el actual gobierno no le perdona que en su calidad de auténtica defensora y Presidenta del CENIDH haya llevado el caso de Zoilamérica ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos CIDH.

Ahora la atacan porque sigue diciendo la verdad, porque les dice lo que son, una dictadura familiar que permanece en el poder producto del fraude y la corrupción, que son violadores de derechos del pueblo nicaragüense. Ellos recurren a su descalificación, más no han podido hacerla desistir de lo que comenzó hace 56 años, una lucha por la vida y para toda la vida.

 LottieCunningham
10 de diciembre 2016 Día Internacional de los derechos humanos

Lottie, desde hace varios años se destaca también por ser una defensora de los DDHH, en particular de los pueblos indígenas del Caribe nicaragüense, preside el Centro Jurídico por la Justicia y Derechos Humanos de la Costa Atlántica de Nicaragua (Cejudhcan). La conocí en Managua, cuando ambos éramos estudiantes de Derecho en la UCA.

En los 80 Lottie fue impactada por las graves violaciones que sufrieron los indígenas en el contexto de la guerra y su desplazamiento forzado del Río Coco, es el caso de Navidad Roja, las memorias de las comunidades miskitas, a cuya identidad pertenece, no lo olvidan, y para los que fingen no saber de ello, pueden consultar el Informe de la Comisión Interamericana sobre esas violaciones y especialmente preguntarle a cualquiera de esos habitantes que fueron protagonistas de esa época de dolor.

Esos hechos no solo son historia, no se olvidan porque el Estado y gobierno siguen violando los derechos humanos de esos pueblos, y la organización que dirige la colega Cunnighan se los dice tal como suceden. Por eso ha estado recibiendo amenazas de muerte, porque dice la verdad sobre cómo el poder de los nuevos y viejos ricos se apropia de los territorios indígenas. 

La atacan porque defiende la autonomía, para que ésta no sea sólo de papel y materia de propaganda y para la exportación del FSLN, cuyos simpatizantes la intimidan con sus mensajes de terror en caso de que ella y Cedhjucan no desistan en su labor de defensoras.

Es víctima de la descalificación y la amenazan porque ella sabe y se los dice: El Estado y gobierno es el principal responsable de la actual invasión de tierras y de la generalizada impunidad que prevaleceen los decenas de asesinados. 

La Dra. Núñez y Lottie tienen reconocimiento nacional e internacional como defensoras de los derechos humanos, a las dos las atacan por su común labor de preferir a las víctimas y decirle la verdad a los que violan los derechos humanos. 

Los ataques, insultos y amenazas contra ambas tienen también un mensaje común: Sembrar miedo y obligarlas a callar, los impunes del poder apuestan a que con ellas funcionará la cultura del miedo que busca mantener a una sociedad silenciada. 

Pero, los verdugos que tienen su puesto de mando en El Carmen, no cuentan con la firmeza de esas voces que dicen lo que otros callan y que no cesarán en su extraordinaria labor porque no están solas. Las acompañamos en su lucha y asumimos también los riesgos.

Abrazos solidarios para la Dra. Núñez y para Lottie.

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