miércoles, 31 de mayo de 2017

A Scarlett, la chela de mi vida
Con nuestra hija Tania: Scarlett al SMP. 1988 

A riesgo de ser cursi, vale hacer memoria para hacer homenaje a tu calidad de mujer y extraordinaria persona. Como nuestra vida juntos, ha sido muy fructífera puedo decir que no cabe ese dicho popular que no valió la pena. Si valió y muchísimo y de entrada gracias chela mi amor por todos estos años. 

Ya pasaron 35 desde que nos conocimos, estábamos en pleno apogeo de aquella década de lucha y compromiso, cuando mucha gente de nuestro pueblo hacía revolución. Vos y yo fuimos parte de la juventud dispuesta al sacrificio, ese ejército humano de completa chavalada nos juntó.

Quien diría… Acá estamos juntos y como que no ha pasado el tiempo o mejor dicho cómo ha pasado el tiempo.

Chela, te acordás de nuestro primer encuentro..? Como la memoria nos juega trampa, aquí mi recuerdo: Yo estaba en la casa regional de la JS19J en Managua, cuando te ví llegar, con tu rostro rosadito y lindo. Fue iniciando el año escolar de 1982, la idea era que me apoyaras en el trabajo y que apoyo el que me brindaste, lo hiciste a la perfección, llegaste para quedarte, aunque ni idea tenías seguramente de que eso pasara y más con este negro. La combinación fue como el café con leche que nos encanta.

No voy a ser tapudo diciendo fuera del tiempo que “desde que te ví me enamoré de ti”, sería falso de toda falsedad; eso sí no pasó mucho tiempo para que tal química sucediera, íbamos en caminata hacia Masaya para celebrar un aniversario más de aquel 19 de julio, el recorrido de 30 kilómetros fue propicio para estrechar nuestras manos y empezar, con todo y paréntesis lo que es a hoy ya más 30 años recorridos.

Siempre que hacemos reflexión sobre nuestra participación en lo que fue la revolución en los 80, coincidimos que de ella quedamos una generación que sobrevivió, con el privilegio de estar para contarla y sin mayores secuelas de la guerra, como le sucedió a los que cayeron en esa década.

NO dudamos en decir que quedamos nosotros, nuestra amistad y nuestra relación profunda sellada con el amor y la entrega completa de sinceridad incondicional. Cómo han pasado los años, las cosas que nos ha dado la vida… Tres décadas llenas de contenido, de amor y muchas buenas, con problemas pero con ganas de seguir nuestra vida juntos.

En esa nuestra larga relación, vos has sido una tremenda protagonista. A vos no te supero, me es imposible. Sos una mujer casi perfecta, con una honradez inimitable, por eso la trampa, el eñgano y la mentira no están en tus genes, diría que es herencia Palacio Miranda. O sea, con vos he compartido un Palacio, aunque no solo he sido un Miranda, he mirado y actuado, cómo no hacerlo con esa tu belleza de mujer.

Por supuesto, tenes un carácter especial, extraordinario, para el cual he tenido mi auto receta. Esa forma no marchita tu esencia de mujer íntegra. Cómo han pasado los años verdad, nuestras dos bellísimas hijas Tania y Paula lo certifican, además ellas se encargan de recordarnos tu calidad, ninguna de las dos tiene las mañas y marañas de la maldad que abundan en estos tiempos. En eso, siguen tu ejemplo y creo que ellas son hijas de la honradez, de esa que nos hace tanta falta en la Nicaragua Nicaraguita.

Scarlett junto a su hermana Flor en El Quetzal, Jinotega. 1982-83

Chela, ahora que te escribí este bla bla, a manera de homenaje. Cómo no recordar que fuiste una chavala alfabetizadora y que cumpliste tus 15 años junto a los campesinos; te recuerdo como miliciana, reservista, cachorra del SMP y cortando café más de una vez… Recuerdo especial cuando a finales de 1982 nos fuimos a celebrar Navidad y año nuevo, vos en el Quetzal con tus hermanas y yo en La Trampa, ambos con una trenada de chavalas y chavalos cortando el rojito durante dos meses, con aquel inolvidable frío. Días maravillosos aquellos, era cuando estábamos de novios, Tania estaba a varios años en camino y Paula muchos años después.

Te recuerdo, en tu casa en Bolonia, cuando nos acurrucábamos en la orilla de la acera, en las limonarias, con tu papá rondando... Y yo queriendo y agarrando… tu mano je je!! Ay… cómo no recordar que más de algunas vez por los deseos de un beso tuyo, me dejó el bus de mi ruta hacia la casa, historia que 30 años después sigue igual (nuestros chacobos y el pésimo servicio de transporte).
Con nuestras hijas Tania y Paula

Cuando recordamos aquellos tiempos en revolución y nos preguntamos también si esa época valió la pena, la conclusión es que sí y en mi caso o en nuestro caso valió muchísima la pena, pues con la revolución de la quedan muchos recuerdos… Yo, sin comprar ni un vigésimo, me saqué la lotería porque te tengo a vos, chela linda y mujer incomparable y por si fuera poco, tenemos en común a esas dos mujeres maravillosas que son nuestras hijas Tania y Paula.

Paratuqueando a Pablo: Porque en días como este te he tenido entre mis brazos… Con o Sin el permiso de Neruda… Puedo recitar los versos más bellos esta noche!!!

Posiblemente el tiempo marchite mi memoria, pero nunca podrá con nuestro amor que es ya gloria.

Dije que corría el riesgo de ser cursi, pero valió la pena el ejercicio de recordar lo que quedará en el corazón para siempre. Vos chela Scarlett con mucha emoción.


Te amo, tu negro 

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