martes, 16 de mayo de 2017



27 años en lucha: No han sido fáciles

Colectivo de los primeros años 90

Hoy 16 de mayo el CENIDH cumple sus 27 años de natalicio, aterriza a sus 27 mayos. Ahorita escribo con mis recuerdos de hace 25 años, cuando llegué en mis inicios, primero en la pasantía y meses después, en octubre de 1992, como defensor permanente de los derechos humanos de la gente, de todos los colores, cuya mayoría con dolores de víctimas del abuso de poder de todos los tiempos, en todos los gobiernos.

Cuando llegué al CENIDH, aún siendo estudiante, recuerdo que no sólo yo era novato, pues el centro recién había nacido 2 años antes. No obstante, la Dra. Vilma Núñez ya era una experta y defensora con trayectoria de muchos años. El activismo del CENIDH comienza en medio de un convulsionado país en transición. Fue la época del fin de la guerra hacia un proceso de pacificación, con violencia, pasadas de cuentas y violaciones de derechos humanos. 

Los primeros casos estaban relacionados a ese contexto, duro: Los rearmados, los recompas, los recontras y los revueltos con tomas armadas, secuestros, huelgas, tranques en las carreteras, etc. Recuerdo el libro de anotación de visitas, de casos, no eran los miles que ahora acuden, el crecimiento fue correlativo a la proyección del CENIDH que en sus inicios solo tenía oficina en Managua, la gente fue conociéndolo por su acción y sobre todo por la autoridad ganada con el ejemplo, aunque nos ha faltado mucho por hacer. 

Nuestro lema Derecho que no se defiende es Derecho que se pierde, fue apropiado por la gente en lucha, hoy lo gritan en muchos lugares. Un día de éstos lo escuché por parte de una protesta de un sector afín al régimen actual y con un agregado simpático: Como nos enseñó el comandante... "Derecho que no se defiende Derecho que se pierde. Por supuesto, no se refieren a comandante alguno en el CENIDH, se refieren al vecino de El Carmen je je!.- 

Sí, son 27 y con excelentes sucesos; el CENIDH convertido en todo un instrumento de lucha al servicio de muchísima gente, que le ha sido como el mes de su nacimiento COMO AGUA DE MAYO como un invierno de promisorias cosechas. 

En definitiva, los 27 años no han sido fáciles. Porque no es fácil en estos tiempos de incertidumbre, de muchas promesas incumplidas llenas de mentiras (sin revolución ni democracia), con las instituciones del Estado en ruinas, con gobiernos impuestos porque el país ya no elige; en ese escenario adverso hemos desarrollado la defensa de los derechos frente a la ignominia de poderosos cobijados en la impunidad y que desatan su furia porque les decimos la verdad. 

No ha sido fácil estar bajo la presión de los gases lacrimógenos, bajo el fuego cruzado de morteros y balas, bajo la intimidación, la amenaza y la descalificación, así como se lee, en esas circunstancias peligrosas hemos defendido los derechos de todos y todas. 

Cómo no recordar de aquellos primeros años 90, cuando con la Dra. Núñez, Bayardo Izabá (Director Ejecutivo, fallecido hace 6 años), Javier Pérez (Director Ejecutivo en esos años) y otros colegas, recibimos los primeros atropellos policiales por acompañar la lucha social, como la de los obreros de la fosforera, quedando atrapados e impactados por la balas de goma disparadas por los antimotines.

En mayo de 2006, se realizó una protesta por demanda de mejores salarios, sus protagonistas fueron los médicos organizados en el Movimiento pro salarios. Sus acciones fueron beligerantes y la represión contra ellos no se hizo esperar, como defensores del CENIDH también corrimos los mismos riesgos.

5 de mayo de 2006 Protesta de los médicos pro salarios

En estos 27 años se cuentan por miles las mujeres y hombres visitantes, usuarios, denunciantes y por supuesto protagonistas en el ejercicio de sus derechos, luchando por su dignidad. Cómo no recordar nuestra acción de defensa en medio de las batallas campales entre universitarios y la Policía. Las batallas del sector transporte, con  muertos entre policías y manifestantes.

Cómo no recordar la masacre contra los universitarios aquel diciembre de 1995, aunque los mandos policiales de entonces dijeron que los disparos fueron al aire y según ellos las balas que mataron a dos universitarios e hirieron a casi 100, fueron de puro aire; o cuando estuvimos protegiendo a los estudiantes que fueron reprimidos y testigos del asesinato del Estudiante de Derecho Roberto González el 20 de abril de 1999 en las instalaciones del Banco Central.

Entre esas batallas de calle, recuerdo a la Dra. Núñez saliendo de la UNI, sentada con otros colegas defensores en la coraza de un bus en que se trasladaba un agente policial que los universitarios habían sorprendido en labor de inteligencia, la memoria no olvida aunque la historia oficial no lo registre, el CENIDH exigió respeto a la integridad de dicho policía y los estudiantes lo entregaron a la Presidenta del CENIDH.

De estos 27 años, se pueden contar muchas historias de dolor pero también de lucha, de muchos crímenes en la impunidad pero también de una ciudadanía que no ha sido silenciada en todos los casos. El CENIDH no ha callado, por el contrario ha denunciado las sistemáticas violaciones de derechos humanos en todos los gobiernos, llámense de derecha o de izquierda. 

Cada vez que han privado de la vida a ciudadanos declarados opositores, les hemos dicho la verdad, asumiendo todos los riesgos, cómo no decir la verdad si violan el derecho a la vida con esas ejecuciones… Cómo no decirles la verdad si están en el poder a costa de robarse las elecciones…

Ahora con mayoría de edad, son muchas historias las que podríamos recabar y contar. En la denuncia y defensa, en la promoción y educación en DDHH, con la pasantía de centenares de jóvenes estudiantes de todo el país y de diversas universidades como la UCA, UPOLI, UPF, UPONIC, UCC, Universidad del Norte y la UNAN. Todos han aportado y aprendido de la experiencia y el compromiso de estar al servicio de las víctimas, sea  en la sede central o en las filiales de Chontales, las Segovias y Matagalpa. 

Son incontables las actividades realizadas por el voluntariado que integra la Red Padre César Jerez, con más de mil promotores quienes con entusiasmo y compromiso realizan su labor de multiplicar y defender derechos desde hace rato. 
 Los primeros conductores del CENIDH Humberto y Benito Díaz 
No ha sido fácil recorrer carreteras, caminos, navegar por nuestros ríos y el lago de Nicaragua para realizar talleres, seminarios o para verificar in situ las violaciones a derechos humanos. En esas intensas y extensas jornadas, la labor de Humberto y Benito, conduciendo y traslandonos con seguridad fue, es y seguirá siendo significativa. Benito no pudo seguir con nosotros debido a que un conductor irresponsable lo privó de la vida el año pasado.

Esos recorridos incluyen visitas a celdas policiales, capacitar a agentes del Estado... Bueno, hasta que llegó el comandante y mandó a cerrar las puertas de las instituciones. 

Los obstáculos de los últimos 10 años confirman que nuestra labor como defensores no ha sido fácil. Nunca como en este tiempo, defender derechos ha sido más jodido. A pesar de esas condiciones, los verdugos de turno, los torturadores y abusadores de poder saben que están bajo la fiscalización de la gente que no admite vivir sometida. 

El régimen más intolerante y alérgico a la fiscalización ha sido este que se declara como lo mejorcito, no hay dudas que con todos no ha sido fácil y con este no es jugando, a todos y con miedo. Nos queda la satisfacción de servir y estar al lado de las víctimas, como dirían los jesuitas como el Padre Jerez que fue uno de los fundadores del CENIDH, con opción preferencial por los pobres, por los vulnerables, por las víctimas del poder público y privado.

Son incontables las acciones de ataques e intolerancia por parte del actual régimen, para lo cual ha contado con sus fuerzas represivas del Estado y las de choque, las que en medio de consignas amorosas han atacado a la ciudadanía que exige libertad y respeto a sus derechos.

En 2008, cuando tenían menos de dos años de "gobernar" desataron su furia contra diversos sectores. Ese año, se dieron a la tarea de concentrar mensajes con ataques concretos contra el CENIDH, fue el año en que mancharon la casa de Dra. Núñez en la ciudad de León. Desde entonces, lucieron sus garras "amorosas" y desde entonces vinieron intensificando el Estado represivo y policíaco, dirigido a silenciar las voces que no hacen sintonía con su modelo excluyente y violador de los derechos humanos..   

El 16 de octubre del mismo año, cuando estábamos en la Fiscalía acompañando a dirigentes de organizaciones civiles, al menos 200 personas enfurecidas nos insultaron, golpearon y robaron cámara fotográfica al periodista Hector Calero, cuando realizaba su labor profesional capturando imágenes del ataque; mientras una policía cómplice los dejó hacer de la suya.

El 10 de diciembre, siempre de 2008, fecha en que conmemorábamos el 60 aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, actividad que año con año el CENIDH organiza, cuando estábamos en marcha desde la Rotonda de Plaza España hacia la Rotonda El Periodista, en la avenida de Naciones Unidas, con centenares de promotores de la Red Padre César Jerez y organizaciones que ejercen ciudadanía, fuimos atacados con morteros y pedradas por las fuerzas pro gubernamentales, con la omisión cómplice y criminal de la Policía Nacional.

En el contexto de las elecciones fraudulentas, en diversos momentos y lugares, los ataques contra nuestra integridad no se hicieron esperar por parte de los guardianes del fraude y de la nueva dinastía. Precisamente porque no hemos callado las estafas electorales, nos han intimidado y amenazado con pasarnos la cuenta. Nuestra memoria no olvida y por eso no ha sido fácil.

27 años, se dicen fáciles y no lo han sido. Pero que rico se siente compartir con gente de compromiso y que no cesa en su lucha por sus derechos y su dignidad humana. Es como hacer todos los días revolución, es la era de los derechos humanos, es la opción frente a la ignominia y la corrupción. 

Cómo no estar satisfecho que en 27 años el CENIDH ha sido instrumento de lucha para todo el mundo: Mujeres, niñas y niños, sandinistas, liberales, conservadores, campesinos, obreros, pueblos indígenas, comerciantes, barrios populares, LGBTI, policías y soldados, nuestros adultos mayores o abuelos, incluso para gente que ahora simpatiza y apoya a la nueva dinastía que nos desgobierna y nos amenaza.

Cómo no estar orgullosos de ser parte de la lucha del movimiento campesino que defiende nuestra soberanía, la tierra y el lago; que defienden la dignidad de esa que ya no tienen los de arriba porque han ofendido la integridad del país e irrespetado al pueblo nicaragüense.

En fin, hemos defendido los derechos y los seguiremos haciendo dentro y fuera del país. Nunca hemos sido neutros porque en la defensa de los derechos humanos no existe la neutralidad. Que gran honor es servir a tanta gente, la inmensa mayoría carente de recursos económicos  o sea los pobres; ah… Y algunos que también han sido víctimas de otros más poderosos que ellos.

Cumplimos 27 años y no ha sido fácil, ahora mismo nos atacan quienes han vendido la patria, con cinismo nos acusan a nosotros de eso. Lo hacen consciente de que mienten, porque nosotros no callamos y que en el CENIDH sin los millones de dólares que el poder amasa y roba, hemos hecho la lucha, por los derechos de todos y todas y en defensa de nuestra propia dignidad.

Con orgullo podemos decir que después de 27 años difíciles, la gente de Nicaragua sabe más de sus derechos humanos y sobre todo, los defiende cada día mejor, aunque las apariencias o el silencio oficial y de medios proyecten lo contrario. En esa popularización del conocimiento de los derechos y su defensa, el CENIDH es parte de la historia y es lo que los abusadores no nos perdonan.

Seguiremos al lado de las víctimas, a pesar de lo que los poderosos digan y hagan. Así celebramos hoy nuestros 27 años y somos el CENIDH, nuestro compromiso seguirá siendo Nicaragua.

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