La dictadura va a dialogar con orden
de matar
Con una generalizada represión, la dictadura pretende
aplastar la legítima rebelión que ella misma provocó con los sistemáticos
crímenes de Estado. En cada poblado que ataca, se multiplica el repudio y el
levantamiento popular.
Las personas asesinadas por la represión de abril aumentan,
por los heridos graves que han muerto en mayo, la lista de caídos es la más
grande en años de nuestra historia reciente y sigue creciendo; la mayoría son
jóvenes y estudiantes, entre las víctimas se incluyen trabajadores, un
periodista, dos policías y adolescentes.
Los asesinos pararon de contar, negando la cantidad de
víctimas, pero no dejaron de matar... Ya son casi 60 y la represión criminal
está como que comienza, en mayo han matado a otros jóvenes y adolescentes en la
UPOLI, Masaya, Sébaco y Matagalpa. Impunemente les privaron de su derecho a la
vida.
La dictadura Ortega Murillo sigue matando, único y monstruoso
recurso que le va quedando porque gente es lo que menos tiene. Hablan y hablan
de amor, paz y no violencia, mientras sus fuerzas criminales desatan el terror.
En cuatro semanas, la población ha respondido con una rebelión, desarmada
frente a los fusiles de guerra. Los estudiantes no están solos, el pueblo los
acoge como sus propios hijos.
Mañana se cumple un mes del levantamiento, de una legítima
rebelión frente a la opresión, es para la historia, escrita con dignidad y
heroísmo por la juventud. La represión no cesa, la resistencia tampoco, por el
contrario se multiplica por todo el país; inmediatamente después de intensa
represión la gente no ha dejado solas a las poblaciones bajo fuego, como
Masaya, Sébaco, Matagalpa, Jinotega, Chontales, León y Managua.
Justo reconocer que dentro de ese mar de gente valiente y
solidaria están sacerdotes de la iglesia católica que a riesgo de su propia
vida han actuado como escudos de protección a los manifestantes, mientras
muchos otros se mantienen en silencio por miedo, para no molestar al poder, indiferencia
o complicidad.
Otra vez atacaron la zona de la UPOLI, es raro el día que no
lo han hecho, la semana pasada fue contra los estudiantes de la UNAN Managua;
tiran a matar, varias de las ciudades mencionadas fueron blancos de ataques en
días recientes, en los últimos cinco días se reportan más asesinados y
centenares de heridos. Tan extremo y grave es la represión que la cantidad de
detenidos, torturados y perseguidos no se logra dimensionar por completo, el
daño es monstruoso. El jefe supremo de la represión criminal, pide pruebas sobre
todas las barbaries por él ordenadas.
Los criminales, cobardes y cínicos se visten de paz y amor,
atacan a cualquier hora, en la oscuridad de la noche y en plena luz del día,
sean policías o paramilitares, al final de cuentas son los mismos asesinos al
servicio de la dinastía Ortega Murillo.
Se exhiben con sus armas de guerra, escoltados por los
policías, la gente identifica a policías vestidos de civil, cumplen al pie de
la letra la orden de la familia gobernante. Los criminales del poder saben que
la gente los dejó de querer.
Dicen que van a dialogar y mantienen la orden de matar,
obviamente saben que se les desvanece el poder, tienen mucho que perder, es
tanto lo robado: Poder y riquezas, más los crímenes de Estado que están
desatados y siguen masacrando.
Ayer, el que hace de Presidente, con su esposa al lado y
otros cómplices, inauguró el “diálogo”, nuevamente ofendió a todo un pueblo,
negando los crímenes y todas las graves violaciones a los derechos humanos. El
dictador habló conmovido de 60 asesinados en otras y lejanas tierras del mundo,
habló de su pasado en lucha que comenzó en la década de los 60, pero se expresó
con amnesia por los 60 que aquí su dictadura ha asesinado en tan solo 4 semanas.
Nuestra juventud, nuestro pueblo no merece seguir sufriendo
ni muriendo, ninguna dictadura, ningún criminal tiene derecho a gobernar, es de
sentido común, derechos humanos y Derecho Constitucional.
El tiempo que vivimos es de vida o muerte, de libertad o
dictadura y el día de ayer la dinastía reafirmó que están dispuestos a hacer lo
que sea necesario para no perder el poder sin importarles el sacrificio y
sufrimiento de todo un pueblo.
Ayer, no solo escuchamos a los principales responsables de
todos los crímenes, fue inspirador oír voces que le dijeron en su cara lo que
nadie nunca se atrevió a decirles en 11 años, porque el “nuevo modelo de
gobierno” solo escuchaba aplausos de sus comparsas. Por eso, aplausos para el
Doctor Carlos Tünnermann, para el dirigente campesino Medardo Mairena y el
Obispo Abelardo Mata. Y qué decir del universitario y joven Léster Alemán…
Todas las víctimas fueron homenajeadas en la voz firme,
valiente y heroica de Lester, él supo sintetizar los sentimientos de toda una
sociedad harta de los abusos del poder. ¡Que hermosos fueron esos momentos, son
para la historia!, muchos fuimos estremecidos por la emoción de semejante
mensaje, el espíritu de los caídos de abril y mayo se conectó con sus palabras
como para decirnos que su sacrificio no está siendo en vano.
Mientras, del otro lado estaban las caras desdibujadas de los
verdugos tragando gordo o tragándose sus mentiras y escuchando lo que no
deseaban. Entre todas las mentiras y el cinismo de la pareja, en falso se habló
de paramilitares concentrados en la UPOLI, juegos de palabras que no engañan ni
a su reducido círculo porque NO existen paramilitares si no son consentidos por
las fuerzas del Estado.
Paramilitares o policías, como en efecto los hemos visto
operar desde hace un mes. Así los vimos en Ocupa INSS en 2013 y en muchas otras
acciones criminales. Entre esas fuerzas que ahora se han constituido como
escuadrones de la muerte, busquemos a quienes a media noche o en la madrugada atacan en diferentes
poblaciones. Como prueba del terror negado por Ortega, apocas horas del inicio
del tal “diálogo”, dos personas, padre e hijo, fueron ejecutadas en las calles
de Bello Horizonte, como en cacería luego de salir precisamente del UPOLI.
Anunciaron que viene la Comisión Interamericana de Derechos
Humanos (CIDH), señal de que la dinastía se debilita pero no podemos confiarnos
porque siguen siendo peligrosos, cada vez que nos hablan de amor, estemos
chiva, porque es aviso de que vienen
horas de terror, crímenes de Estado que el cinismo de Ortega los atribuye a sus
víctimas, que ejercen su legítimo derecho de manifestarse.
Hasta el final de sus días, es probable que sigan matando, no
podemos creerles ni “tantito así…” sobre sus palabras “bondadosas”. En
definitiva, aunque hoy venga la CIDH, ante la represión desatada, es correcto
que no cese la legítima rebelión, porque el principio del fin de la dictadura
dinástica, ya comenzó.
No más dictadura
Que vivan los estudiantes y nuestra juventud heroica
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