Reconocimiento
a víctimas con IRC, que luchan por sus derechos.
Caminan por la libertad y pierden la vida
cotidianamente
Parece una paradoja, desde la
perspectiva de los derechos humanos hablar de luchar por la libertad y perder
la vida. No obstante, el ideal de vivir (tener vida plena) y gozar de libertad
no es una realidad para miles de nicaragüenses y en particular para ex trabajadores
de la caña de azúcar que desde hace más de una década sostienen una demanda
para que los dueños del Ingenio San Antonio ISA, (Chichigalpa) los indemnice
por las gravísimas y mortales consecuencias de los que sufren y mueren por
insuficiencia Renal Crónica IRC. Sobre esta verdadera tragedia, porque han
muerto miles, hay abundante información y reportajes especializados que pueden
ser consultados en internet (Confidencial y La Prensa, entre otros).
La motivación de la presente
reflexión, a manera de solidaridad y reconocimiento a gente en lucha es porque,
más de 30 personas, entre afectados de IRC y familiares, marcharon desde
Chichigalpa, Chinandega, en el occidente del país, hasta llegar a Managua el
sábado recién pasado en demanda de libertad para los 16 detenidos ilegal y
arbitrariamente en El Chipote, donde los tienen desde hace un mes, con todas
las implicaciones que representa estar preso en ese símbolo de tortura y de
opresión al servicio del actual régimen.
Entre los 16 presos, están cinco
que padecen de IRC, todos sus nombres debidamente indicados en la manta que
encabezó el recorrido del grupo de caminantes hacia Plaza El Sol, para
reclamarle a la jefatura de la policía la inmediata libertad de todos. Frente a
la decena de caminantes, centenares de agentes incluidos los antimotines se
amontonaron en los accesos y alrededores de Plaza El Sol, aunque ninguno de los
reclamantes pretendía ingresar a dichas instalaciones, el único objetivo era
hacer sentir su voz que exige libertad y entregar una comunicación que llevaba
la señora María Peña, madre de la única mujer detenida: Mariela Lisseth Molina
Peña, Secretaria de la Asociación que aglutina a afectados de IRC.
Una vez más los operadores confabulados en un proceso
arbitrario, violatorio de los derechos y garantías, comenzando por la libertad.- Lo peor es que, nos tienen
mal acostumbrados a aceptar con indiferencia el abuso, pues es común que a los
detenidos se les capture sin orden, ni flagrante delito, los encierran en el
Chipote, los acusen después de las 48 horas constitucionales y ante un juez que
no es el competente, porque el caso es de Chinandega, hacen audiencia a
escondidas (se supone que son orales y públicas) y ponen como defensor a quien
se les antoja. A eso le llaman administración de justicia, ¿cómo será lo
injusto para estas perlas?.
Para variar y rematar la
cadena de abusos, el Juez VI Distrito de Audiencia a cargo de la causa, hace 19
días se declaró enfermo y bajo ese motivo justificó la suspensión de las
audiencias, tanto para los chichigalpinos como para los presos de mina El
Limón, para ambos casos dijo que era por fuerza mayor, pero resulta que el
mismo Juez ha estado realizando otras audiencias, quedando al descubierto que
no ha estado enfermo y que la fuerza mayor y superior, aparentemente es la
orden política que mantiene en prisión prolongada y arbitraria a todos los detenidos,
incluyendo a Mariela, violando la libertad, derechos y garantías de todos los
encausados.
Dicen voces que temen dar
identidad, que la suspensión fue ordenada para dar lugar a una negociación…
Mientras tanto los presos siguen encerrados en la loma, con la apuesta de
cansarlos, hacerlos sufrir y que junto a sus familiares pidan la clemencia del
que los mantiene presos y que reside en El Carmen.
Más de 120 Kilómetros
caminaron los que viven y mueren demandando atención especializada e
indemnización, desafiando la inclemencia del intenso sol que irradia el cielo
de occidente. Es gente trabajadora, humilde y con espíritu de solidaridad,
valentía y decisión de defender sus derechos con dignidad, hasta donde el
tiempo de vida les permite, porque a diario muere alguno de ellos, lo que no es
impedimento para hacer una demostración de ciudadanía en libertad.
Nuestro cariño activo para
quienes no se doblegan frente al abuso, para quienes no aceptan como normal la
arbitrariedad del encierro sin causa legal debidamente probada. Lo menos que
podemos hacer es alzar nuestra voz en contra del atropello, elevar nuestra
denuncia para que los detenidos de Chichigalpa, al igual que los detenidos de
Mina El Limón sean liberados. Exijamos que cese el abuso de poder, que cese la
manipulación del proceso en contra de los chichalpinos y mineros de El Limón y
sean liberados de inmediato.
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