El modelo tripartito y los
compañeros del COSEP
“…Solo
los obreros y campesinos iran hasta el fin, solo su fuerza organizada logrará
el triunfo”. Augusto C Sandino
Entre otras cosas, el modelo de
gobierno Ortega Murillo tiene como característica y esencia su alianza con los
más ricos (nacionales y extranjeros), una “constitucionalizada” forma de
entendimiento que hasta hoy les ha funcionado (a cualquier costo).
Podríamos decir que tienen y se
entienden casi a la perfección y que gozan de una luna de miel, en un
matrimonio civil y eclesiástico que ya registra 10 calendarios (Enero
2007-Enero2017). La OIT los tendrá como modelo de concertación...? A lo mejor están entre los Top Ten, así como estamos entre los declarados más felices del mundo. En autocomplacencia nadie nos mete las manos.
Ah… El ciudadano de la nueva
dinastía ayer nos anunció que va por más victorias porque nos desgobernará por
otra década, lleno de amor y de la paz que se profesan… Con los obreros siempre
palmados.
Le llaman el modelo tripartito
(gobierno, empresarios y trabajadores), con compromisos de estabilidad y
armonía única. En ese modelo exclusivo (porque no alcanzan todos), la huelga
desapareció del abecedario de los compañeros y camaradas tripartitos del
sindicalismo.
Antes de 2007, en mi
experiencia como defensor, conocí de conflictos socio laborales cuya tónica
común era de frecuentes huelgas y hasta con tomas de las empresas, con mis
colegas del CENIDH no una vez estuvimos en el lugar de los hechos, pues los
enfrentamientos obrero patronal no eran jugando, la fuerza policial estaba a la
orden criminalizando los conflictos colectivos y laborales.
Entre las empresas de constante
conflictividad estaban las maquilas, consideradas por los dirigentes sindicales
de entonces (que se mantienen aún) como de las peores formas de explotación
laboral e irrespeto a los derechos humanos.
Además de la Policía que
intervenía y reprimía donde nada tenía que inmiscuirse, una institución frecuentemente denunciada fue el Ministerio del Trabajo MITRAB, recuerdo cómo
grupos de trabajadores eran despedidos inmediatamente después de presentar la
lista del sindicato X recién constituido y que al llegar a intentar
registrarlo, era más tardado entrar y salir del MITRAB que el patrón con las
cartas de despidos.
Por supuesto, sin que los
trabajadores adquirieran la certificación que diera cuenta de la voluntad de
ejercer con plena libertad su derecho humano y constitucional de organizarse.
En fin, ni sindicato ni empleo, pues éste se perdía en esos casos al intentar
constituir el primero.
Las denuncias de esas
violaciones a los DDHH fueron abundantes, acompañadas de la realización de
foros, alianzas nacionales e internacionales, denuncias ante la OIT, huelgas
con y sin el reconocimiento del MITRAB, incluyendo huelgas de hambres para
demandas de reintegro y para que se les respetara el convenio colectivo.
En otras palabras eran
sindicatos y dirigentes beligerantes que no dejaban dudas de su contundencia y
compromiso con sus representados.
Y ahora… Una buena parte de
esos dirigentes ocupan diversos sombreros y el que mejor les calza no
representa los intereses de los obreros. Su mejor papelón es el de la completa
subordinación… Al modelo del comandante y la compañera vicepresidenta, porque
si no les pasan la cuenta.
Por eso en su lenguaje de los
últimos 10 años (lo que lleva el modelo tripartito) no existe la palabra lucha
sindical ni huelga laboral, puesto que eso genera inestabilidad y primero que
todo “somos militantes” del partido y este es “nuestro gobierno”. No se con qué
clase de estómago, la nomenclatura sindical le puede hablar a los obreros que
demandan un mejor salario real.
Por eso aparecen haciendo un
llamado cívico a sus compañeros del COSEP, a los hermanos más ricos de este
país, a que respeten el modelo tripartito, que no irrespeten los derechos de
los trabajadores. Que conste que no me cae en gracia sentir los morterazos muy
cerca de mis huesos ni contra ninguna otra persona. Nadie se merece abuso de
poder alguno.
Como intercambio ofrecen que el
gobierno (que es su gobierno) les garantiza estabilidad (para que sigan
haciendo más reales), aunque para ello los trabajadores (sus bases sindicales)
se aguanten y no protesten porque si lo hacen causan daño y la meta de gobernar
no les duraría tantos años.
Lo importante es que “nuestro
gobierno siga en el poder”, por él están dispuestos a sacrificarse, eso sí para
nada les ha caído mal una diputación y alguno que otro cargo, mientras tanto
solo los obreros y campesinos seguirán mordiendo el leño.
10 años después del 2007, el
otrora y poderoso sindicalismo está silenciado, cuyas caras visibles son las
mismas de hace casi 30 años, la mitad de ese período paralizaron el país y no
cesaban aunque les acusaran de hacer tanto daño y el que no me crea que vea las
imágenes del último año de Bolaños.
Ahora padecen de amnesia y dan
la impresión de ser unas palomitas de la paz, son representantes sin
representados. Para muestra reciente NO un botón, sino un caso de dura
represión:
El año pasado, trabajadores de
una maquila en Tipitapa por reclamar sus derechos, fueron brutalmente
reprimidos y de navidad y fin de año, recibieron una condena de “la justicia
independiente” que aplicó la ley penal sobre un hecho criminal cuyo fundamento
fue la protesta sindical, pero como el banco de tres patas tiene que funcionar,
los famosos dirigentes dejaron solo a sus trabajadores a quienes dicen
representar.
Y, no es el único caso de lucha
actual, a pesar de la represión e intimidación, porque la memoria y la historia
de los obreros no los traiciona, dada su conciencia de clase.
Es asunto de tiempo, por mucho
que usen el bla bla y el entretenimiento, el sindicalismo reaccionará con mayor
vigor y a los impostores a la porra los mandará, sea por aburrimiento o por
encachimbamiento, el modelo de privilegios y corrupción con todo y la dinastía a su fin llegará.
Sin lucha, los derechos son lindos deseos
Protestar es un derecho, reprimir es un delito
Excelente, arriba los lideres de la clase obrera.
ResponderEliminarBuenísimo, Gonzalo ¿Y viste que supuetamente volvieron a elegir a Porras como secretario del FNT?
ResponderEliminarEstá de moda la designación, habría que ver cuántos con convicción o resignación, me apunto por la indignación
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